Teatro, práctica de libertad desde la discapacidad
Por Carlos Hugo Hermida Rosales*
El teatro desde la discapacidad es una práctica de libertad, una manera de implementar y aterrizar los procesos de liberación de la población que la presenta y otras interseccionalidades, afirmó Hitandehui Margarita Pérez Delgado, egresada de la Maestría en Artes Escénicas de la Universidad Veracruzana (UV).
La investigadora cultural impartió la plática “Teatro y discapacidad: una apuesta para re-significar imaginarios y reivindicar derechos culturales”, la cual se llevó a cabo el 31 de marzo en la Biblioteca de la Unidad de Artes de la UV.
“El tema de la discapacidad es prioritario en los países latinoamericanos, ante las desigualdades sociales y las brechas pendientes en participación política, así como en salud, empleo y educación”, aseguró Hitandehui Pérez.
Hitandehui Margarita Pérez Delgado
Explicó que a partir de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), aprobada en 2006, se creó un surgimiento paulatino de grupos, eventos y políticas públicas en torno a las artes escénicas y la discapacidad a nivel mundial.
Sin embargo, en cuanto al teatro hecho por personas con discapacidad, México ya era pionero y servía de ejemplo a los demás países latinoamericanos.
Muestra de ello es el grupo teatral Seña y Verbo, asociación artística y educativa única en América Latina, dedicada a promover la lengua y la cultura de los sordos, y La casa de los deseos, puesta en escena dirigida a personas invidentes en la cual se estimulan todos los sentidos del espectador, excepto la vista.
“El grupo Seña y Verbo nació en la Ciudad de México en 1993, manejan el teatro del cuerpo y combina actores oyentes y sordos para acercar ambos universos”, relató Hitandehui Pérez.
En cuanto a la puesta en escena La casa de los deseos, la joven investigadora también brindó su punto de vista: “Fue montada originalmente para un público con discapacidad visual en Puebla en 1999, se lleva a cabo en un escenario oscuro totalmente y a ojos vendados; la narrativa se desarrolla estimulando al espectador sensorialmente mediante sonidos, aromas, estímulos táctiles y de ubicación en el espacio”, aseveró.
Es su opinión, el teatro de “Seña y Verbo” y La casa de los deseos no es arte menor o experiencias preteatrales, sino arte teatral real.
“Por su cualidad de convivencia, el teatro contribuye a la inclusión plena de las personas con discapacidad, y coadyuva a transformar las representaciones sociales hacia ésta”, enfatizó Hitandehui Pérez.
Asimismo, resaltó las virtudes de este arte para el desarrollo personal: “Nos ofrece la posibilidad de desidentificarse, así como de elegir libremente los papeles y roles que en cultura queremos desempeñar”, concluyó.
*Colaboración.