Desinterés de autoridades, principal amenaza al teatro de títeres Afirmó Rafael Curci
El creador uruguayo manifestó que el títere es una representación que trabaja con un lenguaje simbólico.
Este género teatral puede armar y desarmar mundos, ya que se expresa en un lenguaje metafórico y poético, compartió.
El panel de presentación compartió situación actual del teatro de títeres
Por Carlos Hugo Hermida Rosales*
Xalapa, Ver. 09/05/2016.- La principal amenaza al teatro de títeres no es el avance de la tecnología, ya que ésta acompaña a los titiriteros, quienes la dominan y usan a su favor. El peligro real es que los gobiernos e instituciones oficiales no aportan lo necesario para el desarrollo de la cultura, aseguró, titiritero y escritor uruguayo.
En la presentación de su libro El gran demiurgo, el martes 3 de mayo en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV), Curci estuvo acompañado de David Aarón Estrada, Cecilia Andrés, Lorenzo Portillo Armendáriz y Carlos Gutiérrez Bracho, como parte del Cuarto Coloquio El Títere y las Artes Escénicas.
El escritor aseguró que pese al poco apoyo institucional, el teatro de títeres sigue latente alrededor del mundo e incluso ha mejorado, ya que aparecieron escuelas en el ramo y existe una mejor formación, y los resultados de ello se verán en poco tiempo.
Rafael Curci explicó que en su texto propone distintas reflexiones y miradas sobre el teatro de títeres, en las cuales se aborda tanto al creador de éstos como al titiritero que los manipula, así como los distintos lenguajes que puede desarrollar a través del trabajo que realiza, lo que lo convierte en un libro que propone ideas y formas para construir montajes de este género.
Al abordar la importancia que encierra el teatro de títeres, mencionó que éste “gira en torno a personajes que son una ficción, porque son creados para interpretar ideas o emociones que sugieren y proponen, porque el títere es una representación que trabaja con un lenguaje simbólico; esta forma de teatro puede armar y desarmar mundos, ya que se expresa en un lenguaje metafórico y poético”.
El dramaturgo manifestó que una puesta en escena con títeres brinda a los niños la oportunidad de imaginar nuevos universos y permite que el público adulto se lleve una historia, se emocione, reciba un mensaje y pueda reflexionar sobre ello.
Curci ha recibido diversos premios alrededor del mundo como el Ariel Bufano a la dramaturgia titiritera otorgado por la Fundación SIMA y el Marionetteatern (Suecia) en 1995, el Premio Teatro del Mundo 2001 otorgado por la Universidad de Buenos Aires (UBA), por su obra El soldadito de plomo.
*Colaboración.