Alta probabilidad de cardiopatías entre niños expuestos al arsénico: estudio

Por Arturo Sánchez Jiménez*

Los niños expuestos a arsénico tienen altas posibilidades de sufrir enfermedades cardiacas, que son características de un adulto mayor, así como prehipertensión e inflamación vascular, reveló un estudio realizado por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados.

Para llevar a cabo este proyecto, el primero que demuestra las repercusiones cardiovasculares del arsénico en la población infantil, un grupo de investigación evaluó la salud de 270 niños de prescolar con promedio de edad de cinco años en la comunidad de Zimapán, Hidalgo, zona reconocida por el problema de agua contaminada con arsénico, elemento natural de la corteza terrestre altamente tóxico.

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Hay 80 niños contaminados con arsénico y plomo en Chile.

Luz María del Razo, investigadora del Departamento de Toxicología y líder del proyecto, explicó que el interés particular en los niños es porque, por su propia condición física, son más vulnerables que un adulto al consumo de agua contaminada.

La especialista explicó que la investigación se dividió en dos etapas. En la primera se realizaron exámenes de sangre para conocer biomarcadores de daño vascular, como las moléculas de adhesión vascular y de orina, en los que se evalúa el consumo de arsénico. Por último se solicitó a cada niño una muestra del agua que bebía.

Con todas estas valoraciones de por medio una de las primeras aportaciones que encontramos fueron marcadores orientados al daño vascular. Los niños más expuestos a arsénico tenían mayor depósito de grasa en la íntima media carotidea, indicador de que tiene más probabilidad de sufrir problemas vasculares en la edad adulta.

La segunda etapa del estudio fue evaluar directamente alteraciones cardiacas e hipertensión arterial. Con apoyo de un cardiólogo clínico se realizó una ecosonografía a cada uno, para valorar su estructura y función cardiaca. En esta fase también se les midió la presión arterial.

Con este estudio logramos identificar que 8 por ciento de nuestra población infantil tenía hipertrofia cardiaca (aumento de tamaño anormal del músculo cardiaco), enfermedad característica en adultos mayores, explicó la investigadora.

Lo que mostraron los resultados es que, nuevamente, a mayor concentración de arsénico los niños modificaron su geometría o estructura cardiaca, básicamente incrementando la masa ventricular izquierda, área del sistema de bombeo que recibe la mayor presión de la sangre. Conclusiones que podrían estar relacionadas con los datos que arrojó la medición de la presión arterial.

Del Razo afirmó que 35 por ciento de los niños evaluados presentaron prehipertensión. Los antecedentes marcan que una persona prehipertensa tiene 90 por ciento de posibilidades de ser hipertensa.

*Periódico La Jornada
Domingo 19 de junio de 2016, p. 29