Ya alzaron la mano 36 para relevar a AMLO… A un año de la elección
A un año de las elecciones de 2024, cuatro morenistas, un petista, un verde, 10 panistas, 11 priistas, dos perredistas, cuatro emecistas y tres independientes se destapan en pos de la silla de AMLO.
Destapadas, autodestapadas, mencionadas en las encuestas y/o por analistas, las “corcholatas” botan y rebotan en la recta decisiva del juego sexenal por excelencia: la sucesión presidencial. Y aunque aún faltan 365 días para la cita con las urnas, la peculiaridad de esta batalla política se aviva ante la posibilidad de que una encuesta adelante en pocos meses el nombre de la mexicana o el mexicano que tomará la estafeta de Andrés Manuel López Obrador.
A un año de la elección de 2024, al menos 36 suspirantes se desvelan con el sueño de ocupar la silla que dejará vacante AMLO. Del lado oficialista, seis corcholatas de Morena y aliados llevan la delantera en la sucesión presidencial, les siguen los aliancistas que tendrán que elegir entre 10 panistas, 11 priistas y dos perredistas. Los aspirantes para representar a Movimiento Ciudadano suman cuatro, al tiempo que tres independientes se apuntan con enjundia.
En los círculos opositores insisten en que una carta escondida podría emerger en cualquier momento, pero cuando barajan nombres las sorpresas lucen magras. Lo cierto es que en la “corcholatería” nacional, sólo seis mujeres aparecen en la lista, aunque la puntera del ajedrez político es sin duda la científica y ambientalista Claudia Sheinbaum, la cual se ha ganado el mote de “favorita” del presidente y cuenta con credenciales de honestidad, tenacidad y eficiencia.
Antes de representar la consolidación del proyecto obradorista, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México habrá de medirse en las encuestas morenistas con su correligionario Marcelo Ebrard, el experimentado canciller que avanza a paso firme como alternativa para impulsar la “continuidad con cambio”, como ha definido el presidente al momentum que se aproxima. En el ambiente flota el run run de que “ya le toca”, pero también el temor de que “modere el cambio” emprendido por AMLO.
El periodista y politólogo Jorge Zepeda Patterson, autor de La sucesión 2024: después de AMLO, ¿quién?, ha escrito que ante el bajo perfil mostrado por las alternativas de la oposición, la gran batalla política probablemente se definirá con las encuestas que levantará entre agosto y noviembre de este año el partido en el poder, de donde emergerá el nombre de la o el próximo presidente de México.
Otros analistas no dejan de evaluar las posibilidades de otro tabasqueño, Adán Augusto López, quien transitó de negociador a fajador. El secretario de Gobernación se mueve a sus anchas entre gobernadores y legisladores de todos los colores, conquistando simpatías y cosechando enemistades.
Muy de cerca anda el zacatecano Ricardo Monreal, quien zigzaguea entre la rebeldía y la disciplina, con el objetivo de saltar del Senado a una mejor posición de poder. Su presunta infidelidad al movimiento morenista en 2021, cuando la oposición arrebató espacios clave a la 4T en la Ciudad de México, le ha granjeado chiflidos desde la tribuna morenista, pero no se da por vencido en seguir jugando de ese lado.
-Milenio