Un sueño (de un padre a su hijo)
Por Juan Ramón Martínez*
Honduras
Salí de mi país, Honduras, dejando a mi mujer embarazada.
Hice caso omiso de lo que me decían: en el camino asaltan, secuestran y matan.
No me detuvo.
Llegué a Veracruz, Tierras Aguas, lugar temido.
Vi a un padre con dos hijos, compartíamos el mismo destino.
Recuerdo, entre las nueve y diez de la noche un muchacho se paró sobre el tren,
las ramas asesinan, lo tiró del tren.
Consternado pensé en regresar, mi mujer embarazada: mi ánimo.
Una noticia hermosa: ¡mi hijo nace!
¡Seguiré!
La noche solía ser triste, lejano a mi familia, con Dios.
Cuídame, Dios, del tren, en un solo segundo podría perder mi vida, vigila a mis compatriotas que vienen atrás y los que van adelante.
México: el valle de muerte del migrante
Solo buscamos el bienestar para nuestras familias, no hacemos mal a nadie, vamos de pasada.
-Dios- bendice a los mexicanos siempre.
A todos mis hermanos salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses y beliceños.
Dios esté con ellos.
Con amor a todos los padres y a los migrantes.
(Texto tomado del facebook de Gaby Sánchez)