Un nuevo impulso para el gobierno abierto
1,702 de los 2,043 sujetos evaluados en esta edición de la Métrica de Gobierno Abierto tienen un perfil en Facebook; solo el 24.3% responden vía redes sociales, y de este porcentaje, el 32.7% es un mensaje automatizado que no tuvo seguimiento posterior.
Adrián Alcalá Méndez
De acuerdo con los resultados de la cuarta edición de la Métrica de Gobierno Abierto, es posible afirmar que la apertura gubernamental se ha deteriorado en los últimos años. Esta medición realizada por El Colegio de México y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) a 2,043 sujetos obligados en todo el país nos muestran que existe una caída promedio de aproximadamente 6% desde la última edición. Los componentes de datos abiertos, transparencia proactiva y participación ciudadana son los que mostraron mayor deterioro.
Por otra parte, los procedimientos de acceso a la información y transparencia activa se siguen consolidando, por ejemplo, en relación con la tercera edición, los sujetos obligados mejoraron su puntaje en 2.5% en cuanto a acceso a la información desde la perspectiva gubernamental y 4.7% en acceso a la información desde la perspectiva ciudadana. Esto quiere decir que en general, las instituciones responden a solicitudes de información con más frecuencia y la mayoría de las veces dentro de los plazos legales, además de que sus respuestas son claras y completas.
A pesar de que la información se encuentra disponible para la ciudadanía, es necesario mejorar la calidad de ésta. Los datos a través de las cuatro ediciones de la Métrica de Gobierno Abierto ofrecen evidencia de que los procedimientos y mecanismos de transparencia han mejorado, sin embargo, también indican que la calidad de información disminuye, específicamente si se consideran aspectos como transparencia proactiva. Algunos ejemplos relacionados con la mala calidad de la información tienen que ver con enlaces rotos, documentos que no son comprensibles, que no están actualizados, o información incompleta, entre otros.
Para la realización de la Métrica de Gobierno Abierto 2023 se utilizaron bases de datos de la Plataforma Nacional de Transparencia sobre solicitudes de acceso a la información y sobre el cumplimiento de obligaciones de transparencia. Al respecto se identificaron áreas de oportunidad como datos faltantes, carpetas vacías o la falta de claridad sobre las obligaciones de transparencia que son aplicables a cada sujeto obligado.
El eslabón más débil del gobierno abierto en México sigue siendo la participación ciudadana. En lugar de reportar mecanismos de participación ciudadana que aseguren una vinculación entre la expresión de las preferencias ciudadanas y los procesos sustantivos de los entes públicos, las instituciones reportan atención a solicitudes ciudadanas en la PNT. Por otro lado, se encontró que en ocasiones los puntos de contacto no funcionan: correos electrónicos que no reciben respuesta y redes sociales que no les permiten enviar mensajes adecuadamente.
Finalmente, el 90.6% de las personas usuarias de Internet en México lo utilizan para acceder a redes sociales, por este motivo es utilizado como uno de los medios de contacto principales por donde la ciudadanía participa, pero replica problemas de otros métodos de contacto. 1,702 de los 2,043 sujetos obligados evaluados en esta edición de la Métrica de Gobierno Abierto tienen un perfil en Facebook, solo el 24.3% de los sujetos obligados responden vía redes sociales, de este porcentaje el 32.7% es un mensaje automatizado que no tuvo seguimiento posterior. Sesgando el potencial de este método, ya que solo en el 7.9% de los casos se inició un proceso de participación.
Estos resultados nos deben hacer reflexionar qué estamos haciendo mal como sujetos obligados para darle un nuevo impulso a la estrategia nacional de gobierno abierto.
Lo anterior requerirá de un nuevo proyecto que permita abrir México para mejorar los indicadores que marca la Métrica de gobierno Abierto a través de un Estado Abierto.
Sin embargo, el reto no es menor, es necesario restaurar los viejos cimientos para fortalecer las nuevas columnas que sostendrán, a través del Sistema Nacional de Transparencia, la voluntad de los tribunales, las fiscalías, los congresos, y los cabildos, para hacer apertura gubernamental a través de la sociedad civil, la academia, las barras, y todas aquellas personas que quieran formar parte.
Hoy me comprometo como presidente del INAI a trabajar aún más, no solo por pluralizar el derecho de acceso a la información y personificar la protección de los datos personales sino por abrir cada vez más los espacios públicos hasta que la ciudadanía recupere la confianza en las instituciones.
- El Financiero