“Por parte del SAT, que nos acompaña, se promueve durante el Buen Fin que se realicen por medios electrónicos los pagos y que se cumpla con la parte fiscal, y a cambio el SAT ofrece 500 millones de pesos a través del sorteo del Buen Fin, que este año se repartirán 400 millones para los consumidores que participen en el Buen Fin y 100 millones para los comercios participantes”, detalló.
“Tanto el Buen Fin como el sorteo son eventos que forman parte de una política encaminada a traer beneficios a toda la población, junto con las iniciativa privada se suman esfuerzos y colaboraciones de trabajo en equipo, todo esto para beneficiar a la economía familiar”, subrayó.
Recordó que el Buen fin surgió en 2011, y fue una iniciativa del sector público y sector privado, con el objeto de ofrecer descuentos y promociones para incentivar la economía familiar, por lo que es “uno de los programas que más ha consolidado entre el sector público y el sector privado”.
Buenrostro destacó que la Secretaría de Economía participa como regulador del evento, tiene el portal del Buen Fin donde se inscriben todas las empresas, y la Procuraduria Federal del Consumidor es la encargada de supervisar que efectivamente se hagan esa ofertas, se cumpla con lo que se promete al cliente y es quien recibe todas las quejas y concilia con todos los proveedores.