Ofrece piso parejo a pequeños empresarios, pagarán menos impuestos: SAT

El nuevo régimen de confianza pondrá piso parejo en el pago de impuestos al reforzar la certeza jurídica y justicia fiscal, mientras se gana batalla a la evasión y corrupción, dice

Tras un año complicado por la pandemia, el fisco le tenderá la mano a pequeños contribuyentes y a la clase media con el nuevo régimen de simplificación de confianza, dice la jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro Sánchez.

En entrevista con EL UNIVERSAL, afirma que con este nuevo régimen habrá piso parejo para los contribuyentes y se reforzará la certeza jurídica y justicia fiscal, ahora que va ganando la batalla contra el “chicaneo fiscal” o evasión y corrupción.

Además, atraerá inversión tanto extranjera como regional, y veremos, lo que ella considera, “el juego de las sillas”: el que invierta primero es el que va acaparar el mercado, es el que empezará a ganar una marca.

En el salón de reuniones de su oficina principal, justo el que usaron para crear con su equipo de colaboradores el esquema para que pequeños contribuyentes y emprendedores paguen menos impuestos (desde 1% y hasta 2.5% del ISR), fácil y rápido, la jefa del SAT opina por qué considera que los diputados y senadores deben aprobarlo.

“Creo que no tendría por qué decirle que no el Congreso, es una de las simplificaciones más importantes que se han hecho, abarca a 82% de las personas físicas, es un universo importante y se irá fortaleciendo para evitar que se caiga la facturación, lo haremos atractivo”, asegura.

En México, el padrón de contribuyentes activos registrados es de 79.5 millones, de los cuales 2.2 millones son personas morales y de estos 12 mil son los grandes contribuyentes.

Hay 77.2 millones en el rubro de personas físicas, y de esos 7.3 millones con actividad empresarial. Además, en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), absorbido por el nuevo esquema de simplificación de confianza, hay 3.4 millones.

“Si el Congreso aprueba el nuevo régimen tenemos pensado articularlo con otros mecanismos de incentivos para motivar que los chiquitos tengan el interés en inscribirse con beneficios adicionales”, adelanta.

Pequeños contribuyentes

Los beneficiados serán principalmente los pequeños contribuyentes sin recursos para ser asesorados por despachos de contadores y fiscalistas para cumplir ante el fisco, destaca.

Va dirigido a personas físicas con actividad empresarial con ingresos anuales menores a 3.5 millones de pesos, arrendamiento, los que están en el RIF y pequeños agricultores.

Es decir, los que tienen una papelería, locatarios de mercados, tienditas y el del puesto de la esquina, entre otros.

Ya no van a llenar muchos formatos ni a preocuparse por lo que dice la ley, ahora sólo tendrán que ver cuánto ganan y sobre sus ingresos sacar el porcentaje que va de 1% hasta 2.5%, detalla.

Como ejemplo menciona que si una persona gana 100 pesos sólo pagaría del impuesto un peso, es decir, por cada 100 pesos que gane pagaría uno, ese sería el primer rango de ingresos.

Ella y su equipo hicieron varios ejercicios y encontraron que las grandes empresas que pueden pagar los servicios de despachos, asesores y contadores, terminan pagando global neto una tasa del ISR de 2.5%, y las personas físicas 11.5%.

“Vimos que muchos no utilizan todas las deducciones porque se les hace complicado y no las aprovechan. A veces entre menos dinero tienen pagan más impuestos”, reconoce.

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Arrendatarios

Buenrostro Sánchez asegura que facilitarles la vida a los contribuyentes no significa que dejarán de pedir o expedir facturas para comprobar ingresos y gastos.

Al mismo tiempo incentivará a que se formalicen los que todavía operan sin dar recibos, como sucede con arrendatarios.

“Una persona que vive del arrendamiento en una colonia popular, y que hizo cuartitos y conforme los hizo los rentaba, a veces no firman contratos por no pagar impuestos”, ejemplifica.

Pero cuando se les viene el problema por tener un mal inquilino, les cuesta desalojarlo al carecer de un comprobante que respalde el contrato, indica.

A ese arrendatario que opera sin contrato para no pagar al fisco no le pesará cumplir, dice.

“Si renta un cuarto en mil pesos al mes, son 10 pesos de impuestos y firma un contrato, si debe desalojar al inquilino puede ir a la alcaldía para que lo apoyen con ese contrato”, expone.

Clase media

La otra vertiente del régimen de simplificación de confianza es de personas morales. Son empresas cuyos socios sean personas físicas con ingresos al año de menos de 35 millones.

“No pueden ser empresas que formaron otras empresas, por ejemplo, no puede tener este beneficio una firma como Liverpool”.

Estarían tributando con la misma tasa, pagan lo mismo, pero sí tendrán una simplificación para la declaración con dos facilidades importantes.

Una es que van a pagar impuestos sobre ingresos pagados o flujo de efectivo. Sería el caso de una Pyme que le da servicio a la empresa grande, sólo paga el impuesto si liquidan la factura y no como ocurre actualmente.

La otra es que aumenta lo que se puede deducir en inversiones, y se acorta el número de años.

Hoy, si alguien necesita bicicletas y motocicletas para su negocio pueden deducir 25% de ese gasto en cuatro años; la propuesta es 50% en dos años.

“Eso ayuda a reactivar la economía, pues los que quieren poner un negocio, ya sin la pandemia, harán adquisiciones y van a poder deducir rápido”, destaca.

Tras precisar que la presente administración gobierna para todos, explica que en este rubro entran los contribuyentes de clase media, ya que 35 millones de pesos de ingresos al año significa que es alguien que puede vender más de 2 millones de pesos al mes, como un restaurante en la colonia Roma.

El régimen de confianza para personas morales cubre 96% de ese universo, pero casi estamos cubriendo a más de 80% de los contribuyentes, enfatiza.

Aclara que no es para asalariados, pero sí para el profesionista con ingresos por asesorías.

Plataformas digitales

Tampoco es para las personas físicas que dan servicios a través de plataformas digitales, como choferes de Uber, repartidores de comida de Rappi, los que cobran por alojamientos como Airbnb o venden en Amazon.

Estos contribuyentes están en un régimen diseñado para ellos que lleva un año de que el SAT ya recauda mejor, señala, por lo que negó una doble retención.

Chicaneo fiscal

La jefa del SAT asegura que muchos países han utilizado esquemas parecidos al de confianza.

“En un periodo de tres a cinco años la base de contribuyentes crece de 15% a 30%”, opina.

Al hacer un recuento de las metas que se propuso desde que llegó al SAT, hace año y medio, informa que cumplen con la tarea de acabar con el “chicaneo fiscal” o evasión y corrupción.

“Dejaron de mandar [las empresas] a los despachos [al SAT], pero los que sí iban a esas reuniones ya las dirigía el principal interesado, el socio o el consejo de administración, pero ya no el despacho”, revela.

Expone que ya no hay condonación de impuestos, pero en multas y recargos, el Código Fiscal permite disminuir en ciertos rangos para evitar corrupción de funcionarios menores.

“Si pagan rápido pueden tener una disminución máxima en multas y recargos, ¿para qué necesitan un despacho para cabildeo, de esos big four?”, señala al referirse a las firmas de asesoría fiscal internacionales.

Al mismo tiempo limpian de malos servidores, y a ella nadie se atreve a sobornarla.

“Como conocen perfectamente mi discurso nadie se quema de esa manera. Ya saben que la respuesta es no, y si me lo ofrecieran lo íbamos a auditar con más ganas”, advierte.

(Información: El Universal)