Muertes por insensibilidad en funcionarios
POR: Víctor Murguía
Ahora que ya comenzó la fiebre por las alcaldías, los veracruzanos tienen que estar muy atentos a quienes dan su voto porque, muchas veces, eligen a personas que se convierten en pesadillas para sus pueblos.
Casos de presidentes municipales ladrones, incompetentes, autoritarios o insensibles -o las tres cosas juntas- desgraciadamente abundan.
Precisamente en esta semana estalló un caso en el que es denunciada una mezcla de insensibilidad y autoritarismo. Ocurrió en San Andrés Tuxtla, donde fue asesinada una persona -se acusa del homicidio a policías municipales- que protestaba por el lío de locatarios contra su alcaldesa.
La edil María Elena Solana casi desde el inicio de su gobierno echó a andar el proyecto de remodelación total del antiguo mercado «5 de Febrero», con más de medio siglo de vida y por lo tanto un peligro por sus viejas instalaciones.
La alcaldesa tal vez creyó que todo el pueblo brincaría de gusto por esa obra, pero los primeros en saltar (de enojo) fueron los locatarios, al no tener certeza con relación a su reubicación en tanto se realizaba la obra y sus derechos sobre espacios y ubicación al retornar al mercado ya reconstruido.
El asunto se trabó. La mayoría de los comerciantes optó por no salirse y la alcaldesa empezó a tomar decisiones como romper (para arreglar) las calles de acceso al zoco con el fin de impedir todo paso y obligar a los inconformes a salirse. Fue esa medida la que detonaron los hechos violentos de esta semana.
Los comerciantes protestaron porque la autoridad municipal quiso seguir adelante con el «arreglo» de las calles, a lo que se opusieron los locatarios al asegurar que hay un amparo.
El asunto derivó en el envío de policías que detuvieron a un manifestante identificado como activista de Morena. El hombre fue subido a una camioneta oficial y, de acuerdo a las versiones de habitantes de San Andrés, fue golpeado culpando de eso a policías.
Tras ese hecho los vendedores se dirigieron al palacio municipal, entraron al inmueble y causaron destrozos y la alcaldesa Solana estuvo a punto de ser golpeada, pero fue salvada por policías estatales.
La edil fue sacada del palacio, la gente la insultó y trataron de agredirla. Afortunadamente no la hirieron, pero a su hijo sí lo zarandearon.
La posición de la alcaldesa es débil. Llegó a la presidencia municipal respaldada por el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Legislatura del Estado, Juan Javier Gómez Cazarín, pero tiempo después hubo distanciamiento que terminó en pleito al circular un audio en el que se oía que presionaban a la edil para que concediera obras.
La alcaldesa, que es de Morena, se refugió con el ese entonces secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, quien la cobijó, sin embargo, ya se sabe lo que pasó con Patrocinio y ella quedó desamparada.
También tiene en contra a la diputada morenista Paola Tenorio Adame y a su síndico, Tito Enríquez, quien ya fue alcalde y forman parte del grupo del senador electo Manuel Huerta.
Además, ninguno de los otros diputados morenistas de esa zona: Rafael Fararoni e Yllia Dolores Escobar han intervenido o siquiera dicho algo para medio ayudar a la alcaldesa de su partido.
Cuidado con este tipo de problemas. San Andrés Tuxtla y la región son un polvorín cuando la gente se agita. Cuna del PRD en Veracruz, no se olvida las protestas que hubo hace unos lustros cuando también mataron a una persona durante las manifestaciones frente al palacio municipal y luego de eso tuvo que haber cuatro alcaldes en tres años (Rafael Carrión, Enrique Cerón, Roberto Amorós y Gastón Rodríguez Fariña) porque la agitación del pueblo no terminaba.
Alcaldes, autoridades, tengan sensibilidad al tratar al pueblo. No siempre se tiene la razón y, aunque se tenga, hay que escuchar y atender los reclamos de la gente.
Ahora en San Andrés Tuxtla hay un muerto, policías detenidos y enojo entre el pueblo, lo que pudo ser evitado.
En fin, parece que la sensibilidad es una cualidad que no se le da a muchos funcionarios y ahora lo vemos en el caso de Totalco, donde ayer la policía desalojó a manifestantes a golpes y balazos.