Lenin: un inmortal que se evaporizó

Héctor M. Magaña

Jaime García Chávez en su columna para Sin embargo nos habla de lo que quedó de un “inmortal” cuyo fantasma pesó por décadas en la cultura (principalmente) de los países de lengua eslava. El centenario de Lenin plantea más que nada el recordatorio lo que fue en algún momento el sueño (o la pesadilla) de la dictadura del proletariado.

 

¿Qué significó la llegada de los “soviets” al poder? Principalmente, que con su llegada moría lo que se podía considerar como “revolucionarios intelectuales”. Lenin sabía que ante todo la teoría tiene que ser el soporte de la revolución. Al igual que muchos hombres de ciencia modernos huyen de la metafísica, Lenin huía de la espontaneidad y la violencia mal dirigida. Podemos decir, que, de modo paralelo a José Ortega y Gasset, Lenin previó lo que realmente significaba “una rebelión de las masas”. He ahí su ingenio político y social.

 

¿Qué podemos decir de este grande del marxismo, cuyo apellino va unido al de Marx (marxismo-leninismo)? ¿Qué se sostiene de las ideas filosóficas de Lenin hoy en día? Quizá el recordatorio de que, al igual que la Revolución Francesa luchó por los ideales de los más despreciados por la sociedad y abogó por una nueva definición de los derechos humanos no pudo evitar la llegada del Terror y de Robespierre; la Revolución de 1917 que luchó por el proletariado, el obrero y por el fin de los “mujiks” no pudo evitar el estalinismo ni los gulags.

 

La rebelión de las masas (Ortega) vive, pero la dictadura del proletariado (Lenin) finalmente se ha vuelto un fantasma. Ojo: un fantasma no significa que dicho concepto haya desaparecido.