Las razones por las que Claudia Sheinbaum ganaría la presidencia de México
Por Luis Gerardo Martínez García*
- Ser mujer #estiempodemujeres dice constantemente el hashtag de los moreristas. Aunque recientemente dijo el vocero Noroña: “No es tiempo de mujeres, es tiempo de Claudia, una mujer comprometida con la Cuarta Transformación”. Otros, por su parte, argumentan que el país está preparado para que una mujer gobierne. Ya veremos en estos días como recibe la gente a una mujer aspirante.
- Garante de continuidad y defensa de la Cuarta Transformación. Claudia Sheinbaum se convirtió en la única opción de continuación del movimiento que enarbola la bandera de la Cuarta Transformación; desde que se la presentaron, dice el propio Andrés Manuel, salió buena. Se convirtió tan cercana que llego a ser Jefa de Gobierno de Ciudad México y, por si fuera poco, en la narrativa de las mañaneras, Claudia Sheinbaum se notó como la preferida de las llamadas “corcholatas”. Todos los entendíamos así, menos, al parecer, el berrinchudo y neoliberal Marcelo Ebrard Casaubón.
- Por estar exenta de antecedentes partidistas vinculados al PRI, PAN y partidos cachirules como el Verde y PT. Fundadora del Partido Morena como gente de Andrés Manuel, Claudia Sheinbaum es más vinculada a la academia, su refugio que ahora se convierte en su blindaje; de ahí que la gente se irá familiarizando más con un perfil de político con formación profesional, universitaria y de posgrado.
- Por haber ganado la encuesta en el proceso interno de Morena, proceso de elección ingeniado por el propio Andrés Manuel para nombrar y legitimar a la Coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, que en términos reales es la virtual candidata a la presidencia de México por Morena, y los rémoras Partido Verde y PT. El proceso fue copiado de inmediato por el Frente Amplio Opositor para imponer a Xóchitl González, porque contrario a Morena, ni siquiera existió votación alguna. Claudia Sheinbaum ganó, aunque el neoliberal Marcelo Ebrad trate de descalificarla.
- Por su trabajo en CDMX. Claudia Sheibaum gobernó la ciudad al puro estilo de Andrés Manuel. Incluso, de los gobernadores y gobernadoras, Claudia fue la más convocada a Palacio Nacional. Ella respetó y aplicó al pie de la letra presupuestos, programas sociales, apoyos y discursos. Sobretodo esto, Claudia se apropió de la narrativa de Andrés Manuel, a grado tal que los opositores la agreden, diciendo que es una mala copia del presidente.
- Por convocar a las ex corcholatas. Se entiende que es una estrategia de Andrés Manuel el que, entorno a Claudia trabajen “los perdedores” o “ex corcholatas” con el grito: ¡Unidad; unidad! una arenga muy desafortunada porque históricamente se le vincula a los grupos porriles priistas. Poco a poco irán enderezando el rumbo. De ahí que nombren a Adán Augusto López como coordinador de campaña, bajo el entendido que, en el proceso de encuesta, la peor campaña fue la de éste político tabasqueño, que ganó el nada honroso último lugar con gran derroche financiero y todo el gen priista, eventos masivos con acarreados, por decir lo menos. A Gerardo Fernández Noroña lo nombraron vocero; un político polémico y controvertido que tiene buen rating en redes sociales y que fue bien organizado por su hermana para participar en muchos medios de comunicación. Noroña ocupó el tercer lugar, ganándole a Adán Augusto López y Ricardo Monreal. Este último fue invitado forzadamente, y Marcelo Edrad fue medio invitado.
- Por recibir el bastón del mando. Andrés Manuel, como buen político, se creó un acto simbólico de Poder-Estado, para legitimar a la aspirante de su preferencia y posicionarla durante un año, para que el pueblo votante la conozca en el país. El bastón de mando es la señal para que propios y extraños la respeten como si fuera el propio Andrés Manuel; es el poder que entrega a una mujer legítimamente, aunque legalmente tendrá que enfrentar todo el proceso político-electoral para poder ganar la presidencia. Para ella, el bastón de mando fue el llamado a ponerse a trabajar cercana a la gente y a los tomadores de decisiones en el partido Morena.
- Por tener muy clara la idea de la Cuarta Transformación y su lema: “Primero los pobres”. La defensa de la 4T desde esta perspectiva trae consigo un compromiso social sine qua non para sacar de la pobreza extrema a millones de mexicanos, uno de los problemas mayúsculos que nos dejaron los neoliberales. Al respecto, Claudia ha pasado la prueba de fuego, gobernando CDMX que tiene un abanico muy marcado de estratos socioéconómicos. Los programas sociales universales los ha promovido bastante bien Claudia, y la gente la relaciona por eso con la figura gubernamental de Andrés Manuel. El capital político que hereda Claudia le da para gobernar seis años sin problema; lo mejor sería que ella creara también una trayectoria propia en defensa de la Cuarta Transformación.
- Por unir a Morena. Un reto nada fácil para Claudia, mantener a Morena integrada. Dos son las razones que le dificultarán mantener unida a Morena: ahora quien los une es Andrés Manuel, el efecto AMLO crea la sinergia necesaria para hacer propio el “Es un honor, estar con Obrador”; también se le complicará, porque si éste realmente se jubila y se va a su rancho se corre el riesgo de que se creen las tribus, porque la mayoría de los militantes de Morena traen el gen del PRD, y las tribus fueron los sepultureros de ese tristemente célebre partido de izquierda. Las primeras palabras de Claudia, ya con bastón de mando en mano, fueron: ¡Unidad, unidad!
- Por ser promotora de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo, como muchos de los que adhirieron al movimiento de Regeneración Nacional se lo apropiaron como retórica y otros como estilo de vida. Y es que en su momento era para identificar al movimiento como la antítesis de lo pervertido, corrupto y amoral, de los neoliberales (ahora agrupados en el Frente Amplio Opositor: PRI-PAN-PRD). La otra traducción es: “No somos iguales”. Eso lo aprovechó bastante bien Claudia, hasta ganarse la candidatura.
Por eso, y otras razones, Claudia Sheinbaum podría ganar la presidencia de la república para el periodo 2024-2030.
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