La paradoja minera, entre cuestionamientos y necesidades
La extracción de minerales se ha envuelto en una dinámica compleja donde figura como una actividad productiva con amplios efectos cuestionables y, a la misma vez, se ha intensificado su necesidad como principal proveedor de insumos para la transición energética.
La industria minera internacional vive una encrucijada ante las diversas críticas que ha recibido por su impacto medioambiental y las condiciones laborales precarias en las que se desarrolla, y al mismo tiempo, una intensificación en el requerimiento de los recursos que brinda; cuestión de la que no escapa el escenario nacional.
El 2023 ha sido un año de condiciones desafiantes para las empresas del sector extractivo, marcado por incertidumbre macroeconómica y geopolítica, un contexto que se prevé continúe a lo largo de la década, se destacó en el informe Perspectiva de materias primas para 2024, que realizó S&P Global Market Intelligence.
“En medio de tasas de interés continuamente altas, debilidad de la demanda a corto plazo y desafíos regulatorios persistentes, 2024 seguirá siendo motivo de preocupación entre los participantes, a pesar que los esfuerzos en curso orientados hacia la transición energética global deberían generar beneficios en el mediano plazo”, se señaló en el documento.
Ejemplo de lo anterior ha sido la controversia por la que atravesó la empresa canadiendse First Quantum en Panamá, donde la Corte Suprema del país ordenó el paro definitivo de actividades mineras luego de manifestaciones que paralizaron a la población del país centroamericano.
Otro ejemplo es la polémica que se desató en Noruega hace días al convertirse en el primer país en aprobar la minería en el fondo del mar, a pesar de que científicos y activistas ambientalistas han advertido que dicha actividad tendrá efectos devastadores en la vida marina de la región.
Al respecto se ha observado que, pese a las críticas que la actividad extractiva ha recibido, producto de los insumos necesarios para poder llevar a cabo la transición energética que ha figurado como la gran tendencia global, se ha pronosticado un aumento en la demanda de minerales como grafito, litio y cobalto en un porcentaje que asciende hasta el 500 por ciento de aquí al año 2050, de acuerdo con estimaciones del Banco Mundial.
Equilibrio en la industria por sus acciones y efectos
La paradoja minera ha generado que, a pesar de los efectos negativos que la actividad productiva ha provocado en el medioambiente y la salud de la población mundial, sea prácticamente imposible prescindir de ella, ya que “la producción de los minerales ha aumentado por la transición energética en el mundo, que origina la necesidad de tenerlos a mayor escala”, dijo en entrevista Raúl García, Presidente del Colegio de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (CIMMGM).
Ante dicho incremento de la demanda de minerales, ha resurgido el ánimo al interior del sector por una probable oleada de pedidos, inversiones y macro proyectos; sin embargo, la industria requiere un equilibrio entre sus actividades, sus ganancias y su impacto negativo, por lo que una gran cantidad de empresas mineras se han visto en la necesidad de implementar prácticas más responsables y sustentables, cuestión que también busca revertir la imagen negativa sobre los impactos que afectan al ambiente y sociedad, destacó García.
Una cuestión, enfatizó el Presidente de CIMMGM, es que en la industria extractiva se llega a reciclar el 90 por ciento del agua: “Consumimos menos que la mayoría de las industrias, como ganadería o textiles; sin embargo, en las minas tratamos aguas negras municipales y es la que se manda a los procesos, luego se recicla, es un doble beneficio. La vida útil de un pantalón de mezclilla gasta 20 veces más agua que producir un kilo de cobre y no se piensa en ver qué sustitutos hay para la mezclilla”.
Panorama nacional, un escenario con potencial
El escenario mexicano ha destacado dentro del ámbito minero, ya que además de ser el principal productor de plata a escala global, se ha ubicado entre las primeras posiciones en la producción mundial de una gran variedad de minerales, con lo que ha llegado a aportar más de dos puntos porcentuales del Producto Interno Bruto(PIB) nacional, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Economía (SE).
Sin embargo, dicho sector también ha atravesado por un tipo de “congelamiento” que se ha dado desde 2018, ya que el actual gobierno se comprometió a no otorgar más concesiones a las mineras y como resultado de la medida se ha constituido el sexenio en el que se han emitido una menor cantidad de permisos mineros desde 1988, se dio a conocer en el último informe del Centro de Análisis e Investigación Fundar.
La situación bloquea a la industria, pues especialistas opinan que “la visión a corto y mediano plazo no se ve halagadora en el país, hubo una reforma a la ley que no se adecua a la realidad que México necesita producción minera responsable, si no vamos a ser dependientes de otros países”, señaló el presidente de la CIMMGM.
En ese contexto, la minería mexicana se encuentra en una condición de desaprovechamiento, según Rubén del Pozo, Presidente de la Asociación de Ingenieros y Geólogos de México, distrito Zacatecas, ya que el país es rico en yacimientos, pero los cambios en la legislación han impactado de manera negativa, por lo que la inversión extranjera directa relacionada con ese tipo de actividades se ha ido a otros lados y eso ocasiona que no se preparen proyectos para el futuro, concluyó el representante minero.
-Reporte Indigo