La oposición en México reprueba como tal
POR: Luis Gerardo Martínez
La oposición en México se vio de muy lento aprendizaje en seis años: PRI, PAN y PRD reprobaron en su curva de aprendizaje, sin derecho a examen extraordinario. La avasalladora presencia de López Obrador orilló a los opositores a un discurso de resentimiento y ataque a tal grado que la negación al aprendizaje fue lacerante. La nueva realidad social y política de nuestro país pone en jaque a los partidos políticos de oposición en caso de no aprender de sus errores y replantearse.
Pero ¿por qué repueban los opositores en estos seis años? 1.- Porque hicieron caso omiso a los llamados a la re-creación, rehacerse como instituciones políticas que vivieron en estado de confort durante toda su existencia. 2.- Por cree que con un discurso golpista podrían fortalecerse ante una sociedad cada vez más politizada e informada. 3.- Por racistas, clasistas e hipócritas; en sus tiempo de gloria la mayoría de la gente sólo les sirvió como un medio para hacerse del poder, sin darle esa oportunidad de crecer, ni de ser un pueblo digno. 4.- Porque quisieron seguir defendiendo a ultranza el neoliberalismo como única opción económica en nuestro país. 6.- Por seguir con las viejas prácticas de corrupción, dedazo, amiguismo y acarreo como siempre lo hicieron, y 7.- Por negarse a las nuevas posibilidades y narrativas, porque creen que aprendizajes nuevos traen como consecuencia cambios (cosa que es cierta) pero que finalmente los podría fortalecer como la fracción conservadora, elitista y excluyente que han sido, sólo que con una orientación social y humanista diferente, aunque suene disruptivo.
Ahora tendrán otros seis años de aprendizaje, sólo que con nuevos protagonistas. Ya no tendrán un López Obrador al cual gritarle “Dictador”. No, ahora será Claudia Sheinbaum, una mujer universitaria, sin antecedentes priistas o panistas, con claridad en la continuidad de la cuarta transformación, la candidata más votada en la historia de México. Los retos de la oposición se duplican día con día; retroceden cada vez que hablan o participan: ya la gente no les cree.
El riesgo de desaparecer está vivo: El PRI con Alejandro Moreno “Alito” y el PAN con Marko Cortés tienen garantizado su final antes de que termine el sexenio de Sheinbaum. El PRD está borrado en México. El caso de Movimiento Ciudadano tiene la ventaja de arroparse de gente joven; aun así, debe aprender a ser oposición, porque la sobra de Dante Delgado siempre será la marca de la casa. Si quieren sobrevivir estos partidos viejos tendrán que aprender, reaprender y desaprender de forma integral. No se trata de refundar los partidos, cambiarles logo y colores; más bien se trata de replantear sus principios filosóficos y políticos para poder andar este nuevo México que se ha transformado con la política obradorista. La oposición si no se transforma volverá a reprobar, desapareciendo.