La militarización no es la solución: activistas
Ciudadanos, activistas, defensores de derechos humanos, colectivos feministas, así como organizaciones civiles se congregaron en el Ángel de la Independencia, donde desplegaron lonas y pancartas contra la reforma del presidente.
Al grito de “la militarización no es la solución” o “no más guerra”, decenas de personas marcharon la noche de este martes desde el Ángel de la Independencia hacia la sede del Senado de la República, en la Ciudad de México, para mostrar su rechazo a la reforma ideada por el gobierno de López Obrador para pasar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional; misma que, tras ser aprobada fast track el fin de semana en la Cámara de Diputados, será discutida ahora en el Senado antes del 14 de septiembre.
En mitad de una lluvia intermitente, ciudadanos, activistas, defensores de derechos humanos, colectivos feministas, así como organizaciones civiles como Amnistía Internacional, se congregaron a partir de las 8 de la noche en las inmediaciones del Ángel capitalino, donde desplegaron lonas y pancartas con lemas como “No a la militarización del Estado”.
“A los militares no hay quien les ponga un control, son autoritarios. Y ya está demostrado que, lejos de ayudar, lo que provocan es más violencia, y en este país lo que sobra es violencia”, dijo Yolanda, de 35 años, integrante del Colectivo No somos una, somos todas, que portaba otra enorme pancarta de color violeta que rezaba “Nos faltan 24 mil”.
Fernanda, que sujetaba en una mano una veladora y en la otra llevaba una pancarta que exigía seguridad sin militarización, recordó que cuando el presidente López Obrador estaba en la oposición se mostró en reiteradas ocasiones en contra de la militarización del país, al igual que varios de sus colaboradores que hoy forman parte de su gabinete.
“Los militares son una de las fuerzas que más violan derechos humanos en el país, y es contradictorio que el presidente esté peleando por la militarización cuando en campaña nos prometió una seguridad que hoy no nos está dando como presidente”, expuso la joven.
En el mismo sentido, Ricardo Villalobos, un joven de 24 años estudiante de ciencias políticas e integrante de un colectivo de juventudes de Iztapalapa, exigió que no se vulnere el artículo 21 de la Constitución mexicana, que establece que las fuerzas del orden deben ser “de orden civil”.
“Con su propuesta de reforma para pasar la Guardia Nacional a la Sedena y convertirla en un cuerpo militar, el presidente está vulnerando la Constitución a pesar de que él mismo se mostraba en contra de que el Ejército siguiera en las calles”, criticó el joven, que entre las múltiples pancartas que portaba mostró una en la que se apreciaba un tuit de López Obrador del 26 de marzo de 2010, donde éste decía “que la militarización del país no es la solución”.
“Obrador, obrador, ya pareces Calderón”
Alrededor de las 21 horas, la manifestación partió pacíficamente rumbo a la sede del Senado de la República en Insurgentes, donde probablemente este jueves llegará procedente de la Cámara de Diputados la propuesta de reforma para integrar la Guardia Nacional al Ejército. Ahí, diversos activistas y manifestantes convocaron a la puerta del inmueble legislativo a una nueva manifestación ese día, a las ocho de la mañana.
“Obrador, Obrador, ya pareces Calderón”, gritaba un grupo de jóvenes estudiantes en las inmediaciones del Senado. En ese grupo se encontraba Emilia Amezcua, de 20 años, estudiante de relaciones internacionales, quien dijo estar en contra de la reforma del presidente porque considera que sacar las tropas a las calles es una medida que no ha dado resultados desde años y sexenios atrás.
“Desde el sexenio de Calderón ya hemos visto que militarizar el país no ha funcionado. Y si lo hemos visto, no entendemos por qué se insiste ahora en seguir militarizando el país. Por eso, a los senadores les decimos que tomen muy en serio su responsabilidad; que sepan que hay madres que hoy siguen buscando a sus hijos por la militarización, que hay mujeres que los militares han violado, y que sepan que las mujeres tenemos voz, y que no somos cifras, que somos mujeres”.
Guillermo García, de 25 años y graduado en relaciones internacionales, portaba entre sus manos una enorme bandera blanca con la que exigía seguridad sin guerra. Dijo que votó por López Obrador en el 2018, precisamente, porque una de sus propuestas de campaña era cambiar la estrategia de seguridad ante los malos resultados de gobiernos anteriores.
“Me siento muy defraudado. En 2018 pensábamos que era AMLO o la guerra, y ahora tenemos AMLO y la guerra”, lamentó el joven.
“Entiendo la frustración generalizada por inseguridad, y sí tenemos que darle la vuelta a esta situación -agregó a continuación-. Pero esta no es la manera. Y los años de la guerra contra las drogas de Felipe Calderón son la mejor evidencia de que militarizar el país no es el camino adecuado”.
Por su parte, Aurelien Gilabert, integrante del Colectivo Seguridad sin Guerra de 33 años, consideró que la medida de sacar al Ejército a patrullar las calles del país “solo ha generado más violencia”, además de que esa medida, especialmente en este sexenio, ha brindado a las fuerzas castrenses de mucho poder.
“No hay fiscalización de sus recursos tampoco, ni hay investigaciones por los abusos sexuales en contra de las mujeres. Por ello, exigimos transparencia, justicia y paz por la vía civil”, manifestó el joven, quien también dijo sentirse “decepcionado” con el mandatario.
“Esperábamos que de verdad se terminara la guerra contra las drogas y que México volviera a ser un territorio de paz. Pero hoy vemos que hay una iniciativa presidencial que pretende aumentar la militarización y hacer de la Guardia Nacional una guardia militarizada sin transparencia, sin rendición de cuentas, y sin control por parte del Estado”, concluyó.