Hablar en público
POR: Mtra. Irasel Negrete Ronzón
“El que sabe pensar, pero no sabe expresar lo que piensa,
está al mismo nivel del que no sabe pensar”. –
Pericles
¿Qué es la oratoria?¿en qué nos ayudaría ser buenos oradores? ¿es la oratoria una habilidad que podemos entrenar? ¿los docentes debemos ser buenos oradores?¿qué errores debemos evitar al hablar? A lo largo de este artículo iré dando respuesta a estas y otras interrogantes pues en estos días he reflexionado sobre la importancia de poseer esta cualidad la cual pienso que nos ayudaría de manera considerable no sólo en el ámbito profesional sino también en nuestra vida cotidiana.
Para iniciar es necesario definir que la oratoria es el arte de hablar en público y siempre tendrá alguno de estos objetivos: convencer, informar o conmover, por lo que para lograrlo se requiere transmitir un mensaje de forma clara, ordenada y precisa; de acuerdo a algunos autores como Marta Müler (1999) las cualidades que debe tener un buen orador son: naturalidad (sencillez), sinceridad (credibilidad), humildad (respeto), cortesía (amabilidad) y buena presentación personal, aunado a ello son personas que trabajan constante en su entrenamiento para hablar en público tomando en cuenta tanto su lenguaje corporal como la estructura de su mensaje y la forma en abordar y manejar a la audiencia. Asimismo, dan relevancia al perfeccionamiento de la vocalización, la respiración y la proyección de la voz
Para que todos podamos hacer uso de esta habilidad comunicativa es necesario que pongamos atención en algunos aspectos que nos pueden estar limitando para ser buenos oradores como son controlar nuestras emociones y no dejar que los nervios se apoderen de nosotros (eso podría bloquear nuestras ideas), para evitarlo será preciso hacer algunas respiraciones profundas para calmarnos así como repasar en la mente tanto el contenido de nuestra exposición como el guión general de lo que queremos hacer y decir, esto es: realizar ejercicios de visualización de nuestra participación porque esto nos dará gran calma cuando estemos en la práctica, asociado a ello si queremos atraer positivamente la atención de nuestro público hay que poner especial cuidado a nuestra dicción identificando qué problema estamos teniendo con la misma como por ejemplo: si hablamos muy rápido, nos saltamos sílabas, utilizamos vulgarimos, seseo, redundancias u otros, porque si nosotros logramos detectar nuestro problema podremos encontrar una solución pronta del mismo al elegir la técnica adecuada que le minimice o elimine; otro obstáculo a vencer será el miedo debido a que en ocasiones el público puede atemorizarnos, y aunque esto es común y normal especialmente cuando somos nuevos en estas prácticas comunicativas verbales o cuando el público es amplio y desconocido, podemos aminorar este miedo investigando las características de nuestros espectadores y tomar en cuenta el horario en que daremos nuestra plática puesto que no es lo mismo dar una charla en la mañana que una al final de la jornada, la atención, disposición y cansancio de nuestros receptores estarán en relación con esos factores.
Para llevar a cabo una exposición hay diferentes técnicas pero aquí te compartiré lo que yo considero que apoya a dar una buena charla, lo primero es observar a los asistentes para saber el tipo de vocabulario que se deberá utilizar, en el caso de los docentes frente a grupo, el trato diario nos permite conocer a nuestros estudiantes pero si es una audiciencia nueva, será necesario averiguar sobre ellos, por ejemplo si daremos una plática a un público especializado, nuestro vocabulario podría acompañarse de tecnicismos y en caso contrario utilizar un lenguaje sencillo, asi mismo será muy recomendable interactuar con nuestros oyentes, verlos a los ojos y hablar con un buen ritmo y tono, todo esto es debido a que el público es el alma de la presentación, si la charla no está pensada en ellos, en sus intereses, características y necesidades, no será significativa, lo segundo y no menos importante es el contenido, el cual debe ser de calidad, cautivador y valioso, lo podríamos pensar como si diéramos un regalo de información a nuestra audiencia que les provocará un cambio y que les será de utilidad, este contenido se puede enriquecer con ejemplos y/o anécdotas, un punto importante es que el desarrollo del contenido tenga uns estructura clara: inicio, desarrollo y cierre, otro tip: evitar leer demasiado y acompañar la explicación del contenido con un adecuado lenguaje corporal que refuerce el mensaje.
Como la oratoria no es privativa de las actividades que se relacionan con audiciencias sino que es una capacidad que nos abriría muchas puertas en cualquier ambiente al permitir una excelente comunicación, te invito a practicar los consejos aquí vertidos.