Enseñanza divertida
POR: Mtra. Irasel Negrete Ronzón
El mejor maestro no es el que más sabe,
sino el que es capaz de reducir su conocimiento
y experiencia a la simpleza de lo obvio y maravilloso.-
H.L. Mencken
Después de este paréntesis debido a la pandemia donde las clases eran únicamente virtuales, ahora regresamos al aula, algunos grupos continúan en forma híbrida y otros ya totalmente de forma presencial, y no sé si les pasó como a mi que aunque seguí dando clases durante todo este tiempo, ahora que estoy trabajando en el aula me he dado cuenta de que he perdido práctica al llevar a cabo algunas actividades que yo realizaba anteriormente de una manera muy eficaz, además de ello me estaba sintiendo un tanto presionada por cubrir el plan y programa de estudios y erróneamente dejé de interesarme por lo más importante que es que los alumnos aprendan con alegría, que se diviertan en las clases y que asistan a la escuela con gusto por lo que decidí retomar aquellas actividades que a lo largo de mi experiencia han sido benéficas y exitosas para el aprendizaje y que permitían los estudiantes estar felices en el aula.
En mi caso soy docente de Telesecundaria y me toca dar todas las materias, así que debo ponerme creativa al enseñar porque estoy con mi grupo todos los días y toda la jornada y lo que menos quiero es que el tiempo que pasemos juntos estemos aburridos y que ir a la escuela les sea una actividad pesada y monótona. En este artículo comparto algunas de las estrategias que me gusta llevar a cabo con mis estudiantes y que considero que pueden ser de utilidad a los docentes casi de cualquier nivel.
Mi opinión es en primer lugar reflexionar sobre la finalidad de la clase, el tipo de contenidos a abordar, el tiempo del que disponemos para nuestra clase, las características de nuestros alumnos y los conocimientos previos de los mismos, también es importante decirles a los alumnos qué esperamos que aprendan y externar qué utilidad tendrá eso que van a estudiar pues al notar una aplicación le darán más valor al conocimiento (aprendizaje significativo).
El segundo paso para una enseñanza divertida es salir de lo cotidiano, aunque la memorización pueda ser necesaria para algunos contenidos, debemos dar cabida a las actividades innovadoras y tomar en cuenta los apoyos de los que podemos hacer uso para ello. Considero a la imaginación una habilidad que debemos mantener siempre activo en nuestros estudiantes, a partir de ella el aprendizaje se dará de manera orgánica, de igual manera, el trabajo colaborativo y realizar concursos entre equipos siempre añade entusiasmo a los grupos y fortalece el sentido de identidad y pertenencia.
Algunas estrategias que incluyo en mis clases son inventar canciones sobre los temas que vemos, hacer preguntas rápidas, realizar asociaciones entre conceptos y objetos, palabras o situaciones que les sean más fáciles de recordar, crear movimientos acorde al contenido que les sirvan para acordarse con mayor facilidad del tema, hacer ferias del conocimiento o exposiciones les ayuda a reforzar lo que aprendieron y a desarrollar mayor seguridad en ellos mismos, otras estrategias son utilizar imágenes o videos, crear cuentos, cómics o historias y ¡ actuarlos! cuando actúan no sólo se divierten y aprenden sobre el tema, ponen en práctica otras habilidades ya sean físicas, mentales o comunicativas. En las asignaturas del área de las ciencias como son Biología, Física y Química, los experimentos son básicos para consolidar el aprendizaje y en el caso particular de Biología hacer prácticas de campo siempre es muy recomendable, las excursiones o visitas a museos siempre serán una excelente opción para salir de la cotidianeidad y aprender desde otra perspectiva. Resolver sopas de letras, rompecabezas o adivinanzas también resulta muy divertido para los estudiantes, especialmente cuando incluimos el factor tiempo y van contra reloj aumenta la adrenalina y se apuran para ganar, considero también que tener premios o recompensas que les llamen la atención siempre es un excelente consejo pues les va a motivar a esforzarse, en este punto cada docente conoce a su grupo y sabe qué les podría gustar más.
A manera de conclusión, cuando hacemos nuestras clases amenas todos disfrutamos y los alumnos asisten felices a la escuela, sin embargo no se trata de que los estudiantes asistan a la escuela únicamente a divertirse, sino de dotar de contenido relevante y de propósitos definidos a nuestras actividades, es decir, cada sesión debe de convertirse en un escenario para el aprendizaje en donde si bien la diversión y el buen humor están presentes, no se pierde de vista el foco de nuestra labor.