En Veracruz todo es posible…
…sólo si es época de elecciones.
Por Carlos Cabrera Hernández*
Los espectaculares están por todas partes, los spots radiofónicos inundan las estaciones, el zapping es un deporte necesario para evitar los mensajes que ponen en la tv a cada momento, los grupos de animación y las batucadas se encuentran en cada esquina, las banderas de los partidos con más presupuesto ondean por las calles, los rostros de uno y otro candidato aparecen casi en cualquier parte, las fotografías con el ciudadano «de a pie» son el pan de cada día y los lemas de campaña… ¡Uffff! ¡De no creerse!
Estamos en la recta final de las campañas electorales y, la verdad, es sorprendente ver cómo «todo es posible» en nuestro golpeado, asaltado, saqueado, Veracruz: La delincuencia «será aplastada», los políticos que han estafado las arcas del Estado «irán a la cárcel en cuanto finalicen su mandato», habrá «empleo para todos», tendrán apoyo financiero «las mujeres que quieran poner un negocio», con buena política «no habrá desabasto en medicinas», todos los adultos mayores «recibirán una pensión digna», los jóvenes que estudien «recibirán una beca que les permita estudiar y terminar una carrera», las puertas del gobierno «estarán abiertas para todo ciudadano», los que han robado al erario «tendrán que regresar lo robado», la gente podrá caminar tranquila por las calles porque «los delincuentes sabrán que están siendo vigilados con tecnología de última generación»… En fin, ¡todo será maravilloso! ¡Todo será posible! ¡Los veracruzanos por fin viviremos tranquilos y bien! Y lo mejor, ¡todo esto en solamente dos años de gobierno! ¡»Wonderland» existe!
Es increíble cómo los políticos siguen jugando a que engañan al pueblo, siguen pensando que viven la política de hace unas décadas. Están encerrados en su ring particular librando unos cuantos rounds en contra de su oponente más cercano, tratando de asestarle un golpe que lo ponga en la lona con el más fulminante de los «knock outs»… Mientras, los problemas siguen aquejando a un sistema obsoleto, con el barco a punto de sumergir la proa en el más profundo de los océanos, el del fracaso. Lo malo es que el fracaso de un gobierno arrastra consigo al pueblo, verdadero «pagano» de todo lo que los de arriba generan con su política corrupta, con sus malos manejos del dinero del pueblo…
Es lamentable que la política «a la mexicana» nos haya acostumbrado a decir que «época de elecciones» es sinónimo de «tiempo de promesas que nunca se cumplen»; es una pena que las fechas electorales se hayan convertido en quimeras que rondan nuestro espacio sin que nadie, hasta la fecha, haya podido siquiera ver alguna (¡ya no digamos cazarla!), aunque sea «de lejos». Triste política ésta que juega con las ilusiones y las fantasías de aquellos ciudadanos que aún creen en sus discursos, tan gastados, tan huecos, tan alejados de una realidad que se vive un día sí, ¡y otro también! Por eso, lo que no se consiga con trabajo no va a venir un «mago político» a hacerlo realidad. Lo que sí es obligación nuestra es votar con conciencia, con idea de mejorar, aunque sea en algo, este Veracruz que, paradójicamente, siendo un estado tan rico tiene tantos problemas financieros por culpa de unos cuantos ladrones que hacen su botín y huyen de estas tierras con la complacencia de sus homólogos…
Es tiempo de elecciones en nuestra entidad y, por lo mismo, es hora de quitarle las máscaras y las armas a los villanos…
*Colaboración.