El IVAI y sus excesos

En Veracruz la transparencia fue un buen negocio durante el duartismo y el yunismo; un negocio que permitió a los consejeros, pongamos de ejemplo a Yoli García, chingarse un esquite de mil pesos y facturarlo al erario público, o irse de viaje a cuanto curso se le ocurriera, en el país o en el extranjero, o de plano beneficiar a familiares, amigos y amantes a través del cobro de 50% de su sueldo a incondicionales y aviadores, pues. Y no bastando sus seis años de excesos, ahora quiere brincar y volver al rubro que tanto le benefició: el electoral, por lo que busca ser consejera del OPLE.

Y es que el IVAI ha sido un chiste, un nido de corruptos que se venden al mejor postor, y uno de los pocos organismos que resguarda lo último del duartismo que tanto daño le hizo a Veracruz, que robó de una manera neurótica, enfermiza, cínica y desvergonzada. Pero, ¿cómo llegó Yoli al IVAI?

Para tronar la Coalición PAN-PRD en 2013, el exgobernador Javier Duarte recurrió a la magistrada electoral Yoli García, quien tumbó la dirigencia perredista y se la dio a Sergio Hernández, líder del llamado PRD Rojo, y echó abajo la alianza. Como pago, el discípulo de Fidel Herrera la nombró comisionada del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información.

Más de 50 mil pesos al mes durante seis años, tiempo suficiente para aprender, a costa del erario, lo necesario para ejercer mediocremente el puesto-recompensa y cubrirle las espaldas al gordobés.

“¿Qué nos ofrece hoy el gobernador?”, preguntaba desde tribuna el 23 de marzo de 2014 el finado diputado petista Fidel Robles. “Nos ofrece a una funcionaria de tipo electoral, que también es parte del sistema electoral… lo que más urge al sistema político veracruzano y al Gobierno del Estado es ocultar la verdadera realidad en que viviemos, sobre todo en términos de justicia, del manejo de las finanzas y del cumplimiento de los procedimientos administrativos y legales.

“Lo que vemos es una terna para tapar, ocultar, impedir, continuar con la opacidad que ha caracterizado el sistema político… manda funcionarios que no cumplen con los perfiles, pero sí cumplen con el importatísimo perfil que es el de la lealtad personal, al sistema y no a las leyes, a la ética, a los derechos ciudadanos”.

La salida de José Luis Bueno Bello de la presidencia del IVAI, en agosto de 2015, quedó marcada por la corrupción y vaticinaba lo mismo. A Bueno Bello lo acusaron de tráfico de influencias, que –dicho por los trabajadores afectados, favorecía a Karime Aguilera Guzmán, funcionaria duartista, pues a cada trabajador colocado en esa nómina debiera aportar mensualmente a la funcionaria 50 por ciento su sueldo.

Así procedió también Yoli.

Luego, se deshicieron de quien pudiera comprometer el proyecto político de Javier Duarte y usaron la aplanadora priista para imponer a José Rubén Mendoza Hernández, su abogado electoral y compadre de Gabriel Deantes, entonces subsecretario de Finanzas.

Como ambos lo ignoraban todo en materia de transparencia, usaron al instituto como universidad, con decenas de viajes a distintos estados y al extranjero para ir a cursos de capacitación, conferencias y cuanto evento se les presentara.

Entre 2017 y 2018, doña Yoli visitó Zacatecas, Ciudad de México, Coahuila, Tlaxcala, Guerrero, Jalisco, Baja California Sur, Hidalgo, Tabasco, Oaxaca, Guanajuato, Querétaro, Yucatán, Morelos, Sinaloa, Estado de México, Puebla, Tamaulipas, Durango, Quintana Roo y Chiapas.

Esto, sumado a las cuentas de restaurantes “de autor” en Ciudad de México. En mayo de 2017, García Álvarez presentó gastos por 945 pesos por un esquite mexicano con pollo, un esquite negro y un esquite regular, acompañado de papas a la francesa, mousse de chocolate y panepatatas de un negocio con domicilio fiscal en Coyoacán.

Sobrevivieron al Yunismo, pero en la era de Cuitláhuac García la fiesta se les acabó. Echado a andar el Sistema Estatal Anticorrupción, designado un Contralor Interno independiente, las denuncias no se hicieron esperar y los tres consejeros buscaron el amparo federal.

Algunas de las carpetas de investigación son las 357/2019 por desvío de recursos públicos por la presunta «aviadora» en el IVAI, de nombre Mildred Guevara, auxiliar administrativo y presunta querida de Rubén Mendoza; la 372/2019 por desvío de recursos públicos por el “aviador” Rogelio Torres, vinculado al consejero Arturo Mariscal; la 452/2019 por incumplimiento de un deber legal al no integrar debidamente el Órgano de Control Interno, cuyo titular es nombrado por el Congreso del Estado.

VIAJE A ESPAÑA

Durante la comparecencia del hoy comisionado presidente del IVAI, el diputado morenista Víctor Vargas cuestionó la falta de sensibilidad de la ex comisionada presidenta Yoli García Álvarez, y de los entonces comisionados José Rubén Mendoza Hernández y Arturo Mariscal, para ausentarse al mismo tiempo dos semanas, dejando sin responsable al instituto.

El viaje fue en 2019, a Sevilla y Madrid, España, con motivo de un Congreso de Datos Personales en una Universidad de Sevilla, y criticó no sólo el gasto económico generado, sino poner en riesgo 2 mil 603 recursos de revisión. Allá, la anterior comisionada presidenta participó como ponente; no así los dos comisionados restantes.

La anterior Presidente –prosiguió– entregó gastos que rayan lo absurdo. Las facturas fueron subidas a la Plataforma de Transparencia del IVAI, reportando 16 mil pesos por viaje redondo, 7 mil pesos por hospedaje y una bitácora de taxis de 100 euros (alrededor de 2 mil 51 pesos), por cada uno de los consejeros.

Ahora Yoli García, aliada de Javier Duarte y luego de Miguel Ángel Yunes Linares, pretende enquistarse en el OPLE para, desde ahí, operar en favor de quien le pague más y seguir chingándose esquites de mil pesos… Total, los veracruzanos pagan.

Pero ahora la justicia tiene otro color, es morena.