Dante, Pepe, Miguel, Héctor y Julen unidos
POR: Víctor Murguía
Sin una oposición real y con una operación electoral que superó la que tuvo el PRI en sus mejores momentos de las últimas décadas, Morena avasalló en Veracruz a sus opositores el año pasado.
Los tenía contra las cuerdas luego de ganar los comicios presidenciales de 2018, pero en 2021 los dejó completamente groggy tras darles una paliza que no era esperada, pues se creía que podrían arrebatarle un buen número de diputaciones y alcaldías.
De nada sirvió la nunca vista alianza PAN-PRI-PRD como puede suponerse que en las elecciones extraordinarias, para elegir a algunos alcaldes veracruzanos, de nada servirá si están unidos, como tampoco se vislumbra que pueda darles resultados en las elecciones de gobernadores de este año. Pero…
En 2016, antes de que hubiera candidatos para sucederlo, nada preocupaba más al entonces gobernador Javier Duarte que una posible alianza entre el PAN y el PRD.
Eso le quitaba más el sueño incluso que el tema de quién sería el candidato de su partido, el PRI.
Es conocido que movió cielo, mar y tierra para que no hubiera esa alianza. Sus intervenciones y presiones fueron sobre todo en el PRD, pero su entonces aliado local perredista, Rogelio Franco, fingió no poder hacer gran cosa para impedirla y se impuso el proyecto de Agustín Basave, por entonces circunstancial dirigente del PRD, de aliarse con Acción Nacional para ganar gubernaturas (ahora no le importa nada lo que le sucede y suceda al Sol Azteca y tras abandonar a esa organización se refugió con el criticado gobernador Javier Corral).
Javier Duarte sabía del peligro que representaba esa alianza, hizo todo lo que estuvo a su alcance para impedirla, pero no lo consiguió. El final de esa historia ya es conocido. El candidato del PRI fue Héctor Yunes, quien perdió contra el candidato del PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, y Duarte ya no pudo terminar su gobierno, huyó, fue detenido y permanece encarcelado.
Un sexenio después la actual oposición está más débil, luego de que apenas a mediados del año pasado fue apabullada por Morena en Veracruz.
PAN, PRI y PRD se aliaron y nada pudieron hacer contra los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional que, amparados en una enorme maquinaria electoral -como la que ellos tenían cuando fueron gobierno- los hicieron añicos.
Pero hay que tomar en cuenta varios factores y circunstancias.
Hace medio año solo se unieron PAN, PRI y PRD. El Movimiento Ciudadano optó por ir solo, porque argumentó que ir en alianza con los partidos tradicionales sería un error.
Hoy las circunstancias van tomando un rumbo distinto, tras los últimos acontecimientos políticos que desataron un pleito que se extendió a nivel nacional e incluso dividió a actores de Morena.
Hay quienes ya observan una próxima alianza PAN-PRI-PRD-MC, pero la unión toma forma como para que, más que partidos, los aliados sean personajes.
Este fin de semana, bajo el argumento de un Movimiento por la Justicia, se pudo ver juntos al líder del MC, Dante Delgado; al diputado federal priista Pepe Yunes; al senador panista Julen Rementería, al priista y dirigente de Alianza Generacional, Héctor Yunes, y a la senadora panista Indira Rosales (léase Miguel Ángel Yunes).
Antes habría sido impensable verlos juntos en una misma causa, pero esto ya sucedió.
También imposible no pensar que este movimiento, surgido por las detenciones de varios políticos y acabado de detonar por la aprehensión de José Manuel del Río, no persista y termine en una alianza política.
Desde hoy podría verse que si en determinado momento alguno de los partidos de estos personajes no jala, porque sus intereses van en otro sentido, de todas formas pueden contar con unas siglas y postular a quien consideren conveniente para la gubernatura en 2024. Es decir, más que partidos, habría personajes y grupos juntos.
Esto pinta para que haya una oposición real, porque hasta ahora no la había al no tener una fórmula para contrarrestar la popularidad del presidente López Obrador y la avasallante forma de operar de Morena en Veracruz.
La idea de una alianza así ya era trabajada desde hace algún tiempo, pero Dante andaba con la vista muy arriba por sus triunfos. Tuvo que suceder la detención de Del Río para que las circunstancias cambiaran.
Y claro, falta ver cuál es la reacción y la respuesta de Morena, no solo la inmediata que consiste en descalificar a estos personajes opositores como perdedores, exreos o vinculados a lo malo de la política veracruzana, sino la mediata.