Corrupción en penal femenil

A raíz de las denuncias de personal de seguridad e internas sobre diversos actos de corrupción en el penal femenil de Santa Martha, autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México exigieron ubicar a la brevedad a “las o los delatores”.

La noche del 12 de enero, autoridades de la secretaría capitalina se reunieron en las oficinas de Adriana Villeda, directora del centro de reinserción social, para exigir que presentara un reporte de reas o custodias presuntamente relacionadas con las filtraciones.

Personal de seguridad informó a Latinus que Villeda dio seis nombres de internas de distintos edificios como las probables responsables, la mayoría de los cuales fueron descartados por comandantes convocadas a la reunión.

“Esas internas están aisladas y, de acuerdo con un seguimiento de cámaras, no han estado en donde han ocurrido algunos reportes”, dijo una de las uniformadas.

El 19 de octubre, Latinus presentó un reportaje en torno a las extorsiones, la venta de alcohol y drogas en el penal, que controlaba Edén Guadalupe Villarreal, alias “La Teniente”, quien también organizaba fiestas temáticas en el que abundaban las bebidas embriagantes.

En la reunión del viernes 12 de enero en el penal participó Omar Reyes Colmenares, subsecretario de Seguridad capitalino, quien exigió señalar a las responsables de las filtraciones.

“Díganme sin lugar a dudas, sin importar colores, si fueron las de negro (personal de seguridad), beige (las internas que aún no son sentenciadas) o azul (las que ya tienen sentencia), pero con pruebas”, demandó.

Matías Gerardo Lobato Villarreal, director ejecutivo de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, lo secundó y tras no haber avances, la reunión concluyó para iniciar otra entre Villeda y las comandantes responsables de la seguridad en el penal.

“La directora Villeda comenzó a buscar culpables entre nosotras cuando nos quedamos a solas con ella”, confió una uniformada a Latinus.

Una comandante reclamó a Villeda: “nosotras ya no podemos presionar más a las internas, porque cuando lleguen las demandas, usted no nos va a poner abogado, ni tampoco va a defendernos como directora del penal”.

Villeda fue designada como directora interina del penal femenil de Santa Martha por Omar García Harfuch, cuando fue secretario de Seguridad Ciudadana.

La directora demandó resultados y ordenó hacer seguimiento con las cámaras del penal, aunque varias no funcionan, y también a sus visitas, y “hay que restringir el acceso de todas ellas con el resto de la población”.

“Las que no estén conmigo, están contra mí, a esas, las voy a trasladar a otro penal”, adelantó Villeda a gritos.

Ante el vacío que ha tenido la exigencia de la directora Villeda a las uniformadas para dar con las que han filtrado información, ordenó: “A la que confirme que habla con los periodistas, voy a cambiarla a otro penal y voy a abrirle una investigación y a esas internas enciérrenlas como las perras que son”.

Con la intención de presionar a las responsables de las filtraciones, el pasado lunes 15 de enero, la directora designó a Rosa Araceli Caralampio Almanza, como jefa de grupo del penal de Santa Martha Acatitla.

Caralampio Almanza, quien tiene denuncias por homofobia y discriminación ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), fue designada ese día jefa de grupo.

Otra jefa de grupo ratificada es Fabiola Aguirre, quien ha sido señalada de ser parte de la red de corrupción de “La Teniente” sin que se conozca una investigación en su contra, además de agredir física y verbalmente a las internas.

Internas del dormitorio o edificio B se comunicaron a Latinus para informar que desde el primer día del año tienen varias prohibiciones para ir a otros edificios, por lo que no pueden vender dulces, frituras, cosméticos ni poner tintes o uñas.

“La directora está presionando en todo momento a las internas que queremos ganar algún dinero vendiendo o haciendo algún trabajo, pero nos han restringido el paso dentro del penal, esto es un encierro dentro del encierro”, comentó una rea del dormitorio B.

  • Latinus