¿Cómo le dejaron el estado de Veracruz a Rocío Nahle?
Por: Luis Gerardo Martínez García.
En una actitud generosa, sólo puedo decir que CGJ le quedó a deber mucho a las personas veracruzanas y que este primer piso de la Cuarta Transformación quedó con muchos baches en Veracruz. Ese es el sentir de la gente en la calle. Ahora la esperanza está centrada en el gobierno de Rocío Nahle. La pregunta obligada es ¿Cómo le dejaron el estado de Veracruz a Rocío Nahle?
Le dejaron un Veracruz favorable: El Congreso del Estado con 41 escaños a favor y una oposición completamente amorfa; un partido político (Morena) muy fortalecido, posicionado y con miras a seguir creciendo; dos partidos aliados que garantizan mayorías; paz social entre la ciudadanía; 212 alcaldías armonizadas; programas sociales federales encaminados y con políticas bien sustentadas financiera y legislativamente; buena labor en las áreas de protección civil y de pensiones del Estado; un Poder Judicial también armonizado y en diálogo constante con la gobernadora; un proyecto de salud (en el área de cancerología) encaminado; finanzas para solventar los pagos de salarios, prestaciones a la burocracia y las obras necesarias para cerrar el año. Y, por si fuera poco, un clima político plenamente identificado con la Cuarta transformación.
Le dejaron un Veracruz gris: Los gobiernos pasados también dejaron un estado en deterioro y bajo la lupa: actualmente en el Congreso del Estado ya se detectaron señales de corrupción, y aún lo que falta; caminos abandonados, rutas de emergencia y carreteras en completo abandono; Seguros de Vida Institucionales sin pagar; familiares de desaparecidos sin escuchar (sólo lucraron con ellos en tiempos electorales, incluidos CGJ y sus cuates); rezago educativo en educación de adultos, de pueblos originarios y de migrantes; Derechos Humanos criticables y hundidos en la burocracia; priistas y panistas insertados en Morena, disfrazados de `fundadores’ del Movimiento; la Universidad Benito Juárez en pleno abandono; pésima administración de programas sociales federales; gran deuda de las finanzas públicas; inseguridad (extorsión, robos, feminicidios, etc); dos alarmas de género; el campo y el deporte abandonados; desabasto en medicamentos; en fin. Todo esto y más le dejaron a la gobernadora Rocío Nahle.
Ahora viene la gran prueba: ¿el gobierno actual señalará las irregularidades del gobierno que sale y que es de su mismo partido?
Hasta hoy no hemos escuchado un diagnóstico de cómo le dejó Cuitláhuac García el estado a la gobernadora Rocío Nahle. Si, llevan aún muy poco tiempo, esa podría ser una razón. Aún así, es sano conocer las condiciones en que recibió la entidad y la administración gubernamental, independientemente de que sean del mismo partido político, y tomas las acciones de justicia necesarias. De esa manera, el pueblo veracruzano seguirá creyendo en el proyecto de nación de la Cuarta Transformación. ¡Se tenía que decir, y se dijo!