Artesanos de Teocelo ganan amparo a alcalde

Por: Redacción Sin Recreo

Xalapa, Ver., a 5 de Septiembre del 2019.-

Vivimos tiempos difíciles y la sociedad se acostumbra a convivir con la incertidumbre y el riesgo. Aveces el pesimismo goza de una presencia que no merece y las personas dignas y optimistas, que aún creen en la justicia, se arriesgan a ser objeto de burlas o indiferencias. El 18 de abril del presente año, los artesanos de Teocelo, ubicados en la plaza Tlamachihualli fueron desalojados injustamente con la bandera de autoridad municipal y decidieron no quedarse inmóviles. Ante la injusticia, nuestros artesanos decidieron caminar por el camino de la legalidad, mantener su entereza y creer en la posibilidad de su esencia, de su historia, de sus convicciones.

Hoy es un día especial, ciento ocho días después, los artesanos de la plaza Tlamachihualli de Teocelo regresan de la mano de la justicia a ese, su espacio de trabajo. La placita de Teocelo es un espacio de celebración  y convivencia para sus habitantes y las familias visitantes.

La inteligencia de este digno grupo de artesanos cumplió la sentecia de Sperry: “no es verdad que el estómago trabaje para el cerebro, ocurre todo lo contrario” y con su acto de derecho, mostraron al presidente municipal de Teocelo, Mario Chama Díaz que los derechos no son brujas ni unicornios, no son ficciones morales o jurídicas. No son declaraciones en derrota, ni mentiras humanas. Los derechos humanos son creación de la inteligencia, y como apuesta, nos queda claro que, con el retorno de los artesanos a su territorio se ejerce la justicia. Ahora nos queda claro, los derechos humanos son los grandes amplificadores de posibilidades. Ser y actuar fueron su fortaleza en la lucha por la dignidad y con la misma los artesanos nos ofrecen de nuevo sus productos que representan nuestra memoria ancestral, las artes, el patrimonio biocultural y lo más importante, nos brindan un claro ejemplo de educación.

El presidente municipal, Mario Chama Díaz, con la arrogancia que le caracteriza ignoró los principios universales de compasión, deseo de felicidad y justicia, la ignorancia es atrevida y hoy queda manifiesta la urgencia de que aprenda sus funciones ejecutivas porque su función debe ir más allá del simulacro.