VERICUETOS

Por: Mario Evaristo González Méndez

Puede el mundo asustarme o inquietarme;
puede incluso, si quisiera, acribillarme;
puede sembrar espinos en raigambre;
puede, porque puede, derrumbarme.

Puedo ante el mundo, ser valiente;
puedo incluso, porque quiero, protegerme;
puedo cosechar trigo abundante;
puedo, porque puedo, levantarme.
He visto llover en primavera,
y he sentido en mi piel la resolana;
he visto a la intemperie fiel hoguera,
rompiendo la frialdad llama lozana.

He visto a los amantes lastimarse
y sé de heridos graves que han sanado;
He visto el cielo oscuro iluminarse
y sé que el buen amor no se ha agotado.

Hay abrazos que anuncian despedidas
y hay silencios antesala del encuentro;
hay tormentas que alimentan a los ríos,
y hay desbordes para abrir nuevos caminos.

Hay besos que de amor no saben nada
y hay amores de ternura caducada.

Hay excesos que deslumbran la mirada,
y hay deseos que matar quieren al alma.
Hay verbos que la paz violentan
y hay letras que el dolor ahuyentan.

Hay preguntas sin hallar respuesta,
sólo eco en la fe como protesta.