Un siglo de los Tratados de Bucareli (1 de 2)

Wenceslao Vargas Márquez

Ningún tratado en México es más presa de las teorías de la conspiración que los Tratados de Bucareli. Se cumplen cien años de haberse concluido las negociaciones. La primera sesión se realizó el 14 de mayo y la última fue el 15 de agosto de 1923 (extrañamente el asesinato de Pancho Villa quedó en medio, el 20 de julio, ¿por qué?).

Dicho en tres palabras fue un tratado a firmar por el presidente Álvaro Obregón para que su Gobierno (1920-1924) fuese reconocido por el norteamericano. Y el gobierno mexicano firmó aceptando pagar daños derivados de actos revolucionarios. Ese es todo el falso misterio. Se ha dicho que se discutieron en secreto pero no es cierto. Cierto que los representantes de los Ejecutivos trabajaron en discreción en la calle Bucareli 85 del centro histórico de la Ciudad de México pero no se hizo en secreto. Se discutieron tan en público que un opositor público fue públicamente asesinado: el senador por Campeche Field Jurado. Otros fueron secuestrados: los senadores Ildefonso Vásquez, de Nuevo León; Francisco J. Trejo y Enrique del Castillo, y el Gobierno se impuso. Los conspiracionistas han hablado siempre de una secrecía que no existió.

Se ha dicho que en ellos se convino una limitación al crecimiento tecnológico de México pero nadie lo ha probado. De las actas bilingües levantadas y de las publicaciones oficiales no se desprende algo así. Se ha dicho que su contenido nunca se ha conocido por los mexicanos. Falso otra vez. Los tratados se han mencionado en plural porque estuvieron formados por dos Convenciones: la Convención Especial de Reclamaciones y la Convención General de Reclamaciones, que se distinguen entre sí por los periodos de tiempo que abarcan. Ambas Convenciones se publicaron el Diario Oficial de la Federación y allí siguen para quien quiera verlos. Enseguida los párrafos iniciales de la Convención Especial (Special Claims Conventions):

<<Ciudad de México, 10 de septiembre de 1923 Estados Unidos de América “Convención Especial de Reclamaciones”.- Aprobada por el Senado, el 27 de diciembre de 1923. El canje de los instrumentos de ratificación se efectuó, el 19 de febrero de 1924.- Los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, deseosos de arreglar y ajustar amigablemente las reclamaciones provenientes de pérdidas o daños sufridos por ciudadanos americanos por actos revolucionarios dentro del período comprendido del 20 de noviembre de 1910 al 31 de mayo de 1920, inclusive (…) Artículo I.- Todas las reclamaciones en contra de México hechas por ciudadanos de los Estados Unidos, ya sean corporaciones, compañías, asociaciones, sociedades o individuos particulares, por pérdidas o daños sufridos en sus personas o en sus propiedades durante las revoluciones y disturbios que existieron en México durante el periodo comprendido del 20 de noviembre de 1910 al 31 de mayo de 1920, inclusive, incluyendo pérdidas o daños sufridos por ciudadanos de los Estados Unidos (…) >>

Revisaremos las dos convenciones. La Convención Especial de Reclamaciones se publicó (antes que la General) en el Diario Oficial de la Federación precisamente el 26 de febrero de 1924 por Pani y quien guste puede leerla allí, porque allí sigue íntegra y nada tiene del conspiracionismo que se le atribuye. Si le interesa al lector puede teclear o copiar/pegar en su navegador de preferencia ésta dirección recortada (bit.ly/2XOe1oY) y dedicarle unos muy pocos minutos a la lectura de los once artículos de la Convención Especial. Si de verdad lo quiere hacer hágalo pronto. Como en ciertas ofertas comerciales de televisión hágalo en el transcurso de los próximos quince minutos, muy pronto, antes de que los conspiracionistas la borren.

X @WenceslaoXalapa