Trascender a través de la educación
Por Mtra. Irasel Negrete Ronzón*
Con mucha emoción comienzo esta travesía como columnista; siempre he pensado que aquellas experiencias que nos llevan al aprendizaje se deben compartir, porque a final de cuentas, todos debemos enfocarnos en la formación de una sociedad sensible, empática, activa, propositiva, innovadora, creativa, justa y democrática entre otros valores.
Antes de comenzar quiero presentarme, soy originaria de Coatepec, mi formación se ha basado en líneas importantes que marcan mi personalidad, durante mi infancia y adolescencia estuve estrechamente ligada al deporte, además de practicar gimnasia y natación, por más de una década formé parte de la Selección Estatal de Nado Sincronizado, lo que me hizo volverme independiente y responsable a muy corta edad ya que constantemente viajaba a lo largo del país a competir tanto en eventos Nacionales como en las diversas Olimpiadas Juveniles Nacionales, incluyendo la primera realizada en 1996, además, constantemente salíamos a dar exhibiciones a otros Municipios, al principio, mi mamá, al igual que las de mis demás compañeras asistía conmigo pero conforme fui creciendo aunado a las distancias a recorrer y a su trabajo no siempre le era posible acompañarme por lo que me debía hacer responsable tanto de lo que guardaba en la maleta, como de mi alimentación, descanso, horarios, etc., además el estar en una competencia siempre resulta una experiencia estresante, altamente emocional y muy significativa para quien la vive; a la par del deporte, siempre tuve el interés por la danza, por lo que, decidí dejar el deporte siendo medalliasta nacional Clase “A” y explorar la danza de una manera más formal ya que antes sólo había estado en ella de manera intermitente y fue así como decidí presentar examen en la Facultad de Danza a la par de ingresar a la Escuela Normal Superior Veracruzana, al terminar la carrera de maestra, me mudé a La Habana, Cuba a especializarme en Ballet Clásico en La Cátedra para extranjeros del Ballet Nacional de Cuba, vivir allá fue un experiencia renovadora para mí, pues a pesar de las carencias de artículos que hay, la gente vive feliz y siempre tienen la calidez necesaria para tratar a los demás y salir adelante, de igual modo, vivir allá me hizo valorar todo lo que en mi bello Coatepec y en general en México tenemos.
Después de algunos años de dedicarme a la danza y a estudiar mi maestría en Tecnología Educativa, por sugerencia de mi mamá, presenté examen de oposición a las plaza de Telesecundaria y hoy a 11 años de eso, pienso que fue la mejor decisión pues tengo la oportunidad de hacer las 2 cosas que tanto me apasionan: bailar y dar clases. Fui de las sorteadas para el evaluación del Servicio Profesional Docente y obtuve nivel “Destacado” en mi resultado lo que me hace sentirme con mayor responsabilidad al dar mis clases; tengo la gran ventaja de trabajar en el Subsistema de Telesecundarias y ahí puedo crear verdaderas redes de trabajo y lazos de identificación con mis alumnos que me han llevado a una lograr educación significativa y apoyarlos a la construcción de sus proyectos de vida con base en los valores que pienso que son necesarios para vivir en armonía y en los hábitos y disciplina que yo aprendí tanto en el deporte, en la danza y que construí en mi historial académico que considero que se deben tener para ser personas de éxito, lo cual, he logrado a través de prácticas educativas innovadoras, siendo parte de ellos, aplicando el liderazgo compartido, la escucha activa y siempre teniendo un objetivo diario a lograr y con metas en común, así han sido mis maravillosos 11 años de servicio y a lo largo de estos ha sido sumamente reconfortante saber de ex alumnos que se encuentran trabajando en otros países en el sector de Turismo, egresados de Economía, Pedagogía, Sociología, algunos más tocando en Orquestas, estudiantes que siguen adelante con su preparación y uno más como seleccionado en un equipo de fútbol de primera división, entre otros, a todos los considero ciudadanos de bien; todo ello me lleva a pensar que mi trabajo ha sido positivo y trascendental pero que a la vez, mis alumnos trascienden en las personas que les rodean y el ser personas de bien se vuelve un efecto dominó.
*Colaboradora de www.revistasinrecreo.com