¿Qué significa el nuevo escudo de la Selección Mexicana de Futbol?

COLUMNA EL JUEGO PROFUNDO

POR: Jorge Rosendo Negroe Alvarez

 

A partir de este 2022 la nueva imagen de la Selección se hizo presente, hablamos de una “renovación” basada en un logo “minimalista” que buscaba refrescar la participación mexicana en el Mundial de Qatar y, como todo “borrón y cuenta nueva”, alejar la sombra de soberbia y corrupción que pesa sobre la Federación Mexicana de Futbol (FMF).

Pero analicemos un poco esta propuesta gráfica: se trata de una simplificación geométrica del escudo anterior, que a pesar de tener la misma “esencia”, rompe totalmente con el dibujo del águila frente al Calendario Azteca, símbolos del constructo identitario nacional, que venían presentes con ligeras modificaciones desde 1978. Pero que además, encarnaban un instrumento del corporativismo nacional utilizado durante varios años por el partido único en el poder.

Entiendo que la nueva imagen busca despegarse de esa herramienta política para propiciar un uso económico neoliberal, demarcando su alejamiento del partido en turno pero funcionando a la vez como un bastión mediático de la oposición de derecha, mostrando que toda decisión depende ahora únicamente de sus directivos (y por supuesto, de los inversores y patrocinadores tanto privados como políticos).

Otro de los elementos clave es el uniforme, el verde de casa y el guinda con blanco de visita (que fue creado para el Mundial pero nunca se usó en ese evento), si empezamos por el primero, podemos ver que se reutilizó el color tradicional del jersey mexicano, agregándose una especie de plumaje que, según la FMF representaba el Penacho de Moctezuma, pieza que ha sido utilizada para crear nacionalismo al manejarla como estandarte del despojo colonial, con el cual supuestamente se tendría la inspiración para vencer a las potencias (futbolísticas) extranjeras.

Respecto a la playera de visitante, esa junto con una chamarra doble vista que ADIDAS lanzó, estaban estampadas con una suerte de símbolos aztecas como los que aparecen en los códices, que la marca contextualizó para referir a Quetzalcoatl, haciendo un guiño mimético hacia el jersey más famoso de todas las selecciones mexicanas, la de aquel Calendario Azteca que portó la mítica representación nacional de Francia 98. Con esto se buscaba, en parte, limpiar los fracasos deportivos de México al sugerir que con esta nueva casaca podrían tener el “espíritu” de uno de los mejores momentos en el futbol nacional.

Y quizá les hubiera funcionado un poco si la Selección hubiera hecho un excelente papel, calificando a la siguiente ronda y quizá llegando al ansiado “quinto partido”, pero la realidad es tan certera, que ni siquiera este “sportwashing” (uso del deporte para limpiar imagen) pudo omitirla, quedando en evidencia la crisis que está viviendo actualmente el futbol mexicano, al no lograr clasificar a octavos de final después de 44 años de hacerlo, desilusionando de nuevo a sus seguidores (hubo generaciones de mexicanos que nacieron y crecieron con la idea de que era un hecho asegurado el pase a la siguiente ronda).

El escudo actual, que sería la representación de una renovada FMF, con una selección tan poderosa como la de otros tiempos, libre de acusaciones de corruptelas y ganándose a todos los aficionados inconformes por los pésimos manejos que tenía el “escudo anterior”, significa hoy en día todo lo contrario, pues nos expone que no tiene límites la soberbia de sus dirigentes, que prefieren el dinero al crecimiento deportivo, que tenemos años sin ser “el gigante de la CONCACAF”, que, tal como lo han expuesto algunos periodistas, existe un manejo ventajoso a base de “moches” y tratos turbios al interior de la Federación Mexicana de Futbol y que lejos de ganar adeptos, los pierde con una fuerza cada vez mayor.

En esencia, el escudo actual queda como un presente recordatorio de la crisis tanto futbolística como mediática que se vive en México, de la cual ni se inmutan sus representantes, quienes pareciera que tienen la intención de continuar igual… Aún recuerdo que le preguntaron a Yon de Luisa, presidente de la FMF, si renunciaría debido a la participación mexicana en el Mundial, a lo que respondió que “no era necesario”.