Obras vs olvido
Por Luis Ramírez Baqueiro*
Columna: Astrolabio Político
“Con la paciencia y la tranquilidad se logra todo… y algo más.”
– Benjamín Franklin.
El mexicano tiende a olvidar rápidamente su pasado, con ello, emplea una especie de catarsis social, con la que aparenta omitir los hierros en la elección de muchas de sus autoridades.
De esa forma evade el reconocer que como sociedad nos equivocamos, el rol de olvido colectivo continúa empleándose aun cuando las pruebas de ello están ahí, a la vista.
Los Duartes, los Borges, los Padres, los Yarrintong, los Hernández, los Granier, los Reynoso Femat son la evidencia tangible de ese intento de olvido colectivo, que enfrentan la justicia.
Pero de la mano de ello, el mexicano, busca evadir la realidad, omitiendo reconocer la condición en como se encontraba el estado de cosas en periodos similares, quizá con un año de diferencia.
Veracruz no es la excepción, hoy cuando todos vuelcan sus ojos a las precampañas y al tema de la inseguridad, el factor cambio es olvidado.
Y si, vale la pena recordar, porque son sustanciales los hechos entre un periodo y otro.
El gobierno estatal que encabeza Miguel Ángel Yunes Linares sufre de esa consecuencia, de ese letargo mental con el que pretendemos evadirnos de la realidad, por no admitir que somos los responsables directos de la inacción social y del reclamo colectivo acallado por temor.
Transitando por la carretera Xalapa-Coatepec podrá usted comprender mejor lo que le dijo. Pocos recuerdan el pésimo estado de conservación en el que se encontraba dicha arteria vehicular.
Catalogada por las autoridades estatales como la vialidad con mayor aforo diario de la entidad, con poco más de 45 mil vehículos que la cruzan, es por mucho la más empleada.
Hoy a diferencia de los últimos 12 años de administraciones estatales, dicha carretera muestra un nuevo rostro.
Reconstruida toda con concreto hidráulico muestra el rostro de como en tan solo un año, las cosas cambiaron en Veracruz, favoreciendo con ello los habitantes de localidades como Coatepec, Xico, Teocelo, Cosautlán de Carvajal.
De la mano de esta magna obra, el desarrollo turístico de la región se potencializa exponencialmente, al mejorar por mucho el traslado de turistas y visitantes que ahora habrán de llegar en un tiempo no menor a los 10 minutos entre la capital y la región.
Dejando de lado el valor de la obra, los beneficios y el impacto de la misma es lo que bien vale la pena reconocer, con el plus de tomar en consideración que solo carreteras de ese tipo encontramos en la región centro del país, como el famoso Arco Norte, que intercomunica a Tlaxcala, Hidalgo, Estado de México, Guanajuato y Querétaro.
Con el agregado que por ellas se paga cuota para transitarla, cosa que aquí no ocurrirá.
Vaya ni la concesionada autopista Veracruz-Xalapa presenta tal calidad en la obra, aun cuando recientemente les ampliaron la concesión por varios años más.
Como esa, otras carreteras de la entidad comenzarán a funcionar bajo ese mismo esquema, lo que nos obliga a preguntarnos ¿ameritan estos logros el olvido?
Usted siempre tendrá la mejor respuesta.
Al tiempo.
astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx