Los aditivos tóxicos en la comida
POR: LNU. Alejandra Leyva Rojas
La mayoría de los alimentos que consumimos y que encontramos en el supermercado pasan por algún tipo de proceso de conservación, pero no todos estos causan un daño a la salud, ya que hay procesos que ayudan a que el consumo de esos alimentos sean seguros, es decir, el producto natural pasó por un proceso de pasteurización, congelación, lavado, machacado, secado o trituración, considerando estos como naturales, aunque existen otros en el que se le añaden aditivos químicos que sí tienen repercusión en el organismo,estos se utilizan para preservar y/o mejorar el sabor, un mejor aspecto o textura, potenciar el color y también asegurar que el producto dure más tiempo, Son muy provechosos en la industria alimentaria pero la mayoría son en gran medida tóxicos para los seres humanos. El consumo elevado de estos productos es cada vez mayor en México, sobre todo en las y los niños, ya que desde bebés son sometidos al contacto con ellos desde la aplicación de cremas corporales, jabones y en leches enlatadas, jugos envasados y refrescos.
Los aditivos alimentarios o aditivos tóxicos hoy más conocidos como disruptores endócrinos se encuentran en cosméticos o de cuidado para la piel, productos de limpieza y alimentos.
Se debe tener presente el nombre de estos aditivos para poder eliminarlos de nuestra dieta y elegir los menos riesgoso para la salud.
Como primer aditivo y más conocido tenemos:
Glutamato monosódico: se usa como potenciador del sabor de los alimentos, se encuentra en frituras, salsas, embutidos, cubitos de caldo de pollo, encurtidos en conserva. Se considera neurotóxico, por esa razón no se recomienda en personas con enfermedades neurológicas (Parkinson, Alzheimer, epilepsia, trastorno bipolar, esquizofrenia), en personas con sensibilidad puede provocar dolores de cabeza, náuseas y vómitos.Se relaciona con un mayor riesgo de obesidad ya que es un aditivo que produce más sensación de hambre.
Nitrito de sodio: es utilizado en la conservación de carnes y embutidos, además de realzar el sabor del tocino, salchichas, embutidos, hamburguesas, carne en conserva, pescado ahumado. Destruye glóbulos rojos e impide el transporte de oxígeno en sangre; es altamente destructivo para los órganos internos, en particular en páncreas y el hígado. No se recomienda en menores de 6 años. Al mezclarse con sal común, se transforma en un compuesto cancerígeno.
Benzoato de sodio: se encuentra en refrescos, bebidas energizantes, jugos, salsas, gelatinas, helados, pan. Puede producir asma y urticaria y mezclado con colorantes artificiales puede causar problemas, neurológicos e hiperactividad. favorece la aparición de tumores.
Colorantes: los más conocidos son el amarillo quinoleína, la tartrazina y rojo cochinilla, son derivados del petróleo y se encuentran en sopas, jugos, galletas, gelatinas, yogurt, mermeladas, refrescos, cereales comerciales y embutidos. Puede ser causa de hiperactividad en niños, puede aumentar síntomas de asma, producir urticaria e insomnio, está asociado a cáncer de tiroides, tumores de riñón y suprarrenales, además puede causar deterioración de los cromosomas, por esa razón está prohibido en varios países.
Jarabe de maíz de alta fructosa: utilizado para endulzar alimentos ya que es más económico que el azúcar convencional. Presente en refrescos, pan, galletas, jugos, cereales y pan de caja, yogurt, mermeladas, y postres. Tiene un índice glucémico alto y su consumo causa sobrepeso, obesidad, presión arterial alta, diabetes mellitus y enfermedades del corazón.
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