Lo que no se ve bajo las hojas… y lo que está.
Por Víctor Hugo Gaytán Martínez *
“Una universidad que no se politiza no es una universidad, es una empresa”
Como las hojas tiradas en los bosques o como las hojas que se ponen una sobre la otra en las calles y avenidas de esta ciudad (Juárez) en los tiempos de invierno, podemos decir que hay algo debajo de ellas. Aunque es posible que se nos olvide, debajo de lo que decimos son un montón de hojas, hay un piso fresco, piso que seguirá sosteniendo las hojas que están por caer.
Así se vieron cuatro días de los y las universitarias en Juárez. Haciendo labor por aquí y por allá, moviéndose de un lado a otro, para hacer ver lo que los estudiantes pueden hacer, lo que está debajo de las hojas.
Hubo días de preparación. Un lunes 8 de abril salieron a las calles, se encontraron cientos de estudiantes. Una misma universidad. Muchos de ellos no se había visto las caras. Tenían un objetivo, para algunos, utópico: parar la universidad por Dana Lizeth, una estudiante a la que se le quitó la vida de forma injusta como a muchas mujeres más, víctimas de la violencia; se paró la universidad para activarla desde lo que pasa afuera: contra el feminicidio, contra el homicidio, contra la violencia.
Con este suceso los ojos ya pueden ver que la vida entre la muerte vale, vale para estos estudiantes que se reunieron en Rectoría, que alzaron la voz, que reclamaron el acoso que se vive en la universidad, otra violencia que ha sido callada. Era el momento y el momento duró días más, porque así lo quisieron los y las estudiantes, porque tienen el poder de decisión, el que, aunque es sugerido en los salones y pasillos de la universidad, es arrebatado con un: tú no puedes o lo hago yo; es decir, por la misma contradicción de aquellos profesores paternalistas.
Llegaron al acuerdo: paro activo. Las preguntas surgieron: ¿qué es un paro activo?, ¿qué vamos a hacer? Y las respuestas se crearon entre ellos y ellas. Manos a la obra.
El día siguiente, martes, se reunieron y le dieron cuerpo al paro activo. Un día largo para el estudiantado que se organizó y que se ha organizado desde hace unas semanas cuando se supo de la violación de policías municipales contra un estudiante de música de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y del homicidio contra un estudiante de derecho de esta misma universidad.
Se nombran Uni Unida. Un colectivo de estudiantes que inició pequeño (si se puede decir que un colectivo es pequeño, cuando sus intenciones son grandes y benignas) y que se ha hecho más grande. Uni Unida se llama. La diversidad de la universidad se ha sintetizado en un nombre que abarca lo necesario. Uni unida dice: somos estudiantes de una universidad de diversos y no por ello se mantiene individualizada, fracturada. Se siente el sentir.
Fueron cuatro pesados días para mis compañeros y compañeras. Poco se ve de eso, aunque se ha reconocido el esfuerzo. Planearon actividades: académicas, artísticas, culturales. Integraron a profesores y estudiantes. Para activo, un paro muy activo. Se movieron de IIT a IADA y de ICB a ICSA y no olvidaron a la que fue replegada a lo lejos en la cercanía del desierto: Ciudad Universitaria. Culminaron el viernes allá y dieron el grito de que la comunidad universitaria no olvida a sus compañeros y compañeras, a los que ya no están.
Dieron un aviso de reflexión de que lo que no se ve bajo las hojas es la conciencia. Su objetivo era éste y el primer objetivo se ha cumplido: se ha hecho conciencia con sus actividades, pero lo que también tenemos que ver detrás de toda esta polvareda, es que se ha hecho conciencia desde la propia acción hacia la conciencia.
No hicieron falta más asistentes cuando los de afuera, los y las que no pudieron llegar, vieron la fuerza, una fuerza que pone a Uni Unida no como un colectivo más, sino como El Colectivo, el Uno, un Uno que se integra por las muchas personas y estudiantes que antes no eran ni sustancia ni sujeto, sino solo un producto, lo pasajero de una universidad que peligra se torne a una vil empresa.
No. Eso no pasa. Uni Unida como el Uno, el Sujeto y la Sustancia, es ahora el móvil hacia el lado que deseen. El poder ahí está, ahí se produce como núcleo, como centro de energía para seguir en las siguientes exigencias, reflexiones y conciencia. Ahora han intercambiado el poder: han dicho “ahora me toca a mí… te voy a enseñar cómo se hace porque en los años que te preceden no has podido, no has sabido cómo y has llegado al punto de carecer de voluntad”.
Sin pasión
La juventud es ahora lo que tiene que ser, aunque es una juventud que lucha contra la pasividad, un poco porque se dice que ellos son los “apáticos” y un poco porque la universidad y el sistema producen la apatía. ¿Por qué no ver la apatía ya desde este lado y no desde su lado? Siempre se les ha responsabilizado. Siempre se ha dicho: es que son los y las estudiantes son apáticos. ¿Pero desde dónde se produce esa apatía?
Apatía viene de a-pathos que significa “sin pasión” o “ausencia de pasión”. ¿Dónde nace esa apatheia?”. Dónde se produce, quién la produce. ¿Será que se es apático por pura conformidad, gusto, naturalidad o automaticidad? ¿Será que se tiene miedo aquello mismo? Aceptemos que muchas y muchos estudiantes tienen miedo y son apáticos. Pero ¿quién produce el miedo sino el mismo crimen y el estado en su deformidad al tratar de terminar con ella? ¿Será que no podemos preguntarnos lo mismo respecto a la apatía? ¿Será que quien produce la apatía no es la misma violencia criminal y la violencia con la que el estado trata a sus (des)gobernados?
La otra cara
Si giramos una de las hojas tiradas en el piso, la coloración puede notarse diferente a la primera cara. Las hojas pueden estar húmedas. Se ha ido una vida y han vuelto muchas más. Paradójico. Nos quitan a una y nos unimos todos y todas porque ya no queremos ser menos de lo que ya nos hacen ser entre la marginación y el desconsuelo, entre la culpabilización y lo que llama el presidente municipal Armando Cabada como golpeteo político. Pero vaya, ¿quién se preocuparía del golpeteo político si no hubiera detrás de ello intereses políticos electoreros, intereses que superan un gobierno que se ha llamado independiente?
Se reduce el crimen y la violencia al golpeteo político. Los cientos de muertos en la ciudad no habían formado parte del golpeteo político hasta que hubo, como en otros años, reclamo, enojo, exigencia de lo que el ser humano se merece: libertad y justicia: vida.
Luego de levantar la hoja hemos visto que una hoja no cae sino porque le ha llegado su tiempo. Así también, las sociedades no resisten todo el tiempo las calamidades de los violentos calores y de la violenta amenaza. Hay un momento donde se tiene que estar fuera, donde incluso esta apatía que es incrustada como si fuera una paralizante anestesia, es restada en su efecto porque los nervios están a todo lo que dan, porque el viento nos lleva, ahora sí, a dar la cara oculta.
Bajo la crueldad tenemos que salir porque el confort es pasajero mientras sigamos siendo víctimas del abandono y la negligencia. O de la buena voluntad con las mejores armas y balas que atraviesan los cuerpos. Esto es lo que ahora es. Un paro activo que resultó del olvido. Un paro activo del cansancio, del miedo, del enojo, de la pasión, de la impaciencia. Un paro activo que refleja las particularidades de un sistema que procura siempre el producto en moneda, pero no en conciencia. El paro activo, desde lo que es, desde lo que no se ve, fue un éxito.
Contacto: hugoufp@hotmail.com
*Colaboración