Las alternativas del ocio

Por: Renatta Vega Arias

Volviendo a mis recuerdos, mi memoria me lleva al tiempo previo a mi ingreso a la Escuela Nacional de Artes Plásticas (conocida como Academia de San Carlos). Me gustaba pasar horas en Ciudad Universitaria de la UNAM, o el Centro Cultural Zacatenco, del Instituto Politécnico Nacional, porque siempre había cine clubes, teatro, conciertos, lecturas de poesía y cuentos. ¿Y qué resultó de todo esto? La mejor época de mi vida. Y mi familia estaba muy tranquila de saber que aquellas actividades a las que dedicaba mis horas de ocio, me estaban abriendo los ojos a la vida de muy buena manera, porque me mantuvieron alejada de vicios, me daban ideas, me entretenían, me enseñaban y, además, me brindaban la oportunidad de conocer personas interesantes con los mismos intereses que los míos.

Ahora que forzadamente hemos estado en casa, podemos entrar en contacto con el arte, sabiendo que éste puede hacer nuestras vidas más interesantes, más intensas. En su casa usted puede sentarse a ver televisión horas y horas, puede consumir su vida entre una y otra serie o película simplemente para entretenerse, así nada más “sin filtro”, pero también hay muchas otras posibilidades. Hoy por internet, hay una enorme oferta (y mucho es gratuito). Hablando solo de pintura, puede usted hacer visitas virtuales a museos, galerías, exposiciones, que le abrirán un mundo enorme e interesante, lleno de novedades, porque cada artista tiene su propia manera de expresión y conocerlo es un viaje a un mundo distinto cada vez. 

Se dice que el arte es elitista, que el arte es para “ciertas personas” que nacieron con posibilidades, y yo estoy convencida de que el arte es para quien lo toma, para quien quiere saber, para quien se decide y se asoma a ver, por eso le hago siempre la misma pregunta…Y usted ¿se anima?

Por ejemplo, permítame que le cuente que existe un diseñador argentino, Jorge Heiber que actualmente dedica su vida entera a armar muestras virtuales de creadores de varios países y portafolios personales que sirven como un currículum completo de los artistas. Yo tengo la suerte de haberlo conocido y de que me hiciera mi portafolio personal de artista (al que puede accederse mediante la lectura del código QR que pongo siempre al final de cada columna). Luego, empecé a conocer los de otros colegas del mundo y pude participar en varias muestras colectivas que, en este esquema, pueden verse todas las veces que deseen los espectadores de cualquier lugar del mundo, gracias a la omnipresencia del Internet. Y es tan hermoso este trabajo que hace Jorge, que he querido dedicarle a él estas letras. A él y a recomendar que visite usted su canal, en el que están embebidas todas las muestras y los portafolios que ha hecho. Es sorprendente la variedad de estilos, géneros, técnicas y temas a las que se le han dedicado muestras. Sinceramente se lo digo, con todo el entusiasmo del que soy capaz: Entre a páginadearte en Yuotube y regálese un chapuzón de pintura, para que vea “de qué color pinta el verde”, porque conforme usted va conociendo más y más arte, ya no “en cualquier gancho se atora”. Entre y mire, observe, disfrute, diga sí, diga no, cuestiónese cosas, atrévase a sentir, a disfrutar y luego pregúntese: ¿Cómo sería un cuadro que pusiera yo en mi sala o en mi comedor? ¿Qué me gustaría que un cuadro me estuviera recordando? 

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