La niña del vestido blanco
Por: Armando H. Noriega
Atención: Esta leyenda, cómo todas, van de boca en boca, se va modificando dependiendo del poblado, se cree que es real, esto va más allá de que sea catalogada como una leyenda urbana o de un mito, de cualquier forma me veo en la necesidad de advertirte que si decides leerla es bajo tu propio riesgo.
Lugar: Estado de México
Cuenta la historia que en el seno de una familia mexiquense de clase media nació una niña que era muy feliz, era la consentida, era la adoración de su papá, todo lo que ella quería su papá se lo concedía, hasta que llegó su cumpleaños número nueve, su papá fue por el pastel que ella había pedido, uno de tres pisos con forma de un hada en los costados; su vestido era blanco, impecable, su papá se lo había mandado a hacer a la medida, recibió de regalo por parte de su padre una pelota enorme y una muñeca de tamaño real; los invitados fueron llegando poco a poco, todos, absolutamente todos le traían regalos únicos y espectaculares.
Su madre decidió comenzar la fiesta sin que estuviera presente su esposo, él no tardaría en llegar, la niña se la estaba pasando de ensueño, ya entrada la tarde sonó el timbre de la casa, la niña corrió a abrir esperando que fuera su padre, en su lugar era un oficial de policía que preguntó por su mamá, la niña le llamó y se quedó escuchando detrás de ella todo el relato del oficial el cual le llevó la noticia que su esposo había muerto en un accidente trágico, la niña no podía creer lo que estaba sucediendo, empezó a gritarle a su papá para que llegara, estaba completamente traumatizada.
Conforme fueron pasando los días la amargura de la niña fue creciendo, no quería saber nada de nadie.
Un año más tarde la mamá de la niña conoció un hombre con el que comenzó a salir, al poco tiempo la mamá llevó a vivir al hombre a su casa.
Por todo aquél hombre regañaba a la niña, conforme pasaba el tiempo los regaños empezaron a transformarse en golpes, la pobre niña no sabía qué hacer, pasaba el tiempo y fue creciendo su odio por la vida, no tenía amigos, no hablaba más de lo necesario.
Cierto día la niña le quitó una resortera a un compañero de la escuela, por las tardes comenzó a matar pájaros, sentía placer al verlos caer muertos, después siguió con ratas, ratones, perros, gatos, todo tipo de animales; todo esto lo hacía sin que su mamá se diera cuenta, hasta que cierto día el novio de su mamá la descubrió, fue tal el enojo y el regaño de aquél hombre hacía la niña que le dejó varios golpes visibles, su madre al enterarse de lo sucedido apoyando a su pareja también castigó a la niña.
Aquél hombre era extremadamente celoso, no permitía que nadie le hablara a su pareja, todo se lo reclamaba, si preparaba algo de comer que no le gustara se lo tiraba al piso, casi no la dejaba salir a la calle, si por algún motivo hacía algún comentario de alguien siempre se lo recriminaba, si alguien llamaba a la puerta siempre era él quién abría y atendía al que llegara, no permitía que tampoco llevara a su hija a la escuela, era él quien la llevaba, iba a las juntas, a los eventos, si había que comprar algo era él quien lo compraba, aquella mujer salía de la casa para lo más básico y siempre acompañada por él.
En la educación de la niña también él siempre le decía como regañarla, si había necesidad de pegarle bajo su criterio también él le decía cómo y en donde pegarle; la mamá sin darse cuenta perdió su vida por completo, para ella era felicidad el infierno en el que vivía.
El odio de la niña a todo y a todos crecía aún más, la niña ya casi no hablaba con nadie, fue entonces cuando encontró un libro que hablaba de brujería, magia negra y pactos con el Diablo; la niña incrédula decidió invocar al Diablo para pedirle ayuda, al decir aquellos conjuros se le apareció un ser maligno al que ella en lugar de asustarse le dio gusto ver, le pidió la fuerza y poder para poder matar a su familia, aquél ser del inframundo aceptó, lo único que le pidió a cambio fue su alma, la niña sin dudarlo por un momento aceptó, en ése momento decidió planear la muerte de su madre y de su novio.
La niña a escondidas se salía de la casa para ir por lo que iba a necesitar para llevar a cabo sus planes; fue en la casa de un vecino que siempre regañaba a sus hijos donde decidió comenzar sus prácticas, con mucho cuidado ató un hacha de un tejado hasta la chapa de la puerta, hizo sus cálculos a la perfección, comenzó a llamar a la puerta con toquidos muy bajos, fue incrementando la fuerza poco a poco, del interior de la casa sólo se escuchaba que preguntaban quién era, ella no contestaba nada, hasta que logró que el señor que ahí vivía abriera la puerta, fue entonces que el hacha salió disparada partiéndole en dos la cabeza a aquél hombre, la niña oculta sólo observó cómo lograba su cometido, matar a su vecino.
Llegó la policía a aquella casa para empezar las investigaciones, los vecinos salieron, quedaron horrorizados al ver tremendo asesinato, entre ellos estaba el novio de su mamá que no daba crédito a lo sucedido, durante todo el movimiento la niña aprovechó para poder regresar a su casa sin ser vista por aquél hombre y su madre.
Días más tarde ya había planeado cómo matar a otro vecino, en esta ocasión se trataba de una mujer que siempre maltrataba a sus hijos de una manera muy despectiva, muchas veces también llegaba a los golpes.
En esta ocasión planeó la manera de perforar la instalación de gas sin que ésta explotara, cuando lo logró sólo pegó un puñado de cerillos a la puerta junto con una lija de manera que al momento de abrir éstos prendieran; de lejos con la resortera que había logrado recuperar midiendo la intensidad de la fuerza de las piedras comenzó a golpear la puerta desde algo leve hasta que logró que aquella señora abriera la puerta, fue entonces donde únicamente vio como de un flamazo la mujer se prendió, cayó aún con vida hasta que murió, fueron los gritos de desesperación de aquella mujer lo que hizo que todos los vecinos fueran a ver qué había pasado.
A unas cuantas calles de ahí vivía una pareja en donde el hombre maltrataba a su esposa, era un matrimonio joven, la niña tardó unos tres días en planear la muerte de aquél hombre, de igual manera que las veces anteriores logró escaparse de su casa con todo lo necesario para poder llevar a cabo su crimen, ella sabía que ese hombre era policía, por lo tanto tenía armas en su casa, logró meterse sin que nadie se diera cuenta, como pudo logró sacar una escopeta del interior de la casa, la colocó en el frente para que al momento de abrir la puerta se disparara el arma, en ésta ocasión utilizó un carro de control remoto que era de su padre para poder llamar a su puerta, en cuanto aquél hombre abrió sólo se escuchó la detonación del arma, el hombre cayó muerto prácticamente partido por la mitad .
Los familiares sobrevivientes de aquellas muertes contaban a todos los vecinos que siempre se empezaban a escuchar pequeños llamados a la puerta que iban subiendo de intensidad hasta que abrían la puerta y sucedían las desgracias; todo el vecindario tenía miedo, si llamaban a la puerta ya no querían abrir por miedo a que les fuera a suceder algo.
Días más tarde el novio de la mamá de la niña se dio cuenta que casi todos los vecinos comenzaron a mudarse, fue entonces que él decidió cambiarse de casa también por miedo a que les fuera a suceder algo; pronto encontró una vivienda no muy lejos de aquél lugar, era un fraccionamiento prácticamente nuevo, habían pocas casas habitadas, en la calle en la que compraron ellos era la primera que se habitaba, la calle siempre estaba vacía, no tenía movimiento alguno de carros ni de gente, era una casa amplia de dos pisos.
Cierta noche a la niña se le apareció aquél ser del más allá para reclamarle su alma, la niña sin sentir miedo pactó con aquél ser unos días más para poder llevar a cabo su maléfico plan, el señor de las tinieblas aceptó el pacto de la niña.
Decidió empezar con aquél hombre, en el descanso de las escaleras decidió poner una cuerda muy delgada y al final de la escalera una hilera de cuchillos, su madre se encontraba en la cocina preparando la comida, en la salida de la cocina decidió derramar aceite y una tabla con varias hileras de clavos; ésta vez la niña decidió tocar la puerta por dentro mientras que aquél hombre estaba arriba, ella sabía que estaban esperando la mudanza con los muebles que les iban a llevar, sabía que el dueño de sus maltratos bajaría a abrir la puerta sin dudarlo, ésta vez la niña quería que él la viera, que lo último que viera fuera su cara; comenzó a tocar suavemente la puerta y fue subiendo la intensidad de los toquidos, todo lo tenía perfectamente calculado, al escuchar bajar al hombre comenzó a dibujar una sonrisa satánica en su rostro, al llegar al descanso el hombre vio a la niña y con un grito de enojo le reclamó que por qué estaba fuera de su habitación, fue entonces cuando tropezó con aquella cuerda y rodó por las escaleras hasta llegar hasta donde estaban los cuchillos que terminaron en el rostro de aquél hombre provocándole la muerte instantánea, al escuchar la madre todo ese escándalo salió corriendo de la cocina resbalando cayendo de cabeza sobre aquella tabla con clavos teniendo también una muerte instantánea, el rostro de la niña lucía satánicamente feliz, no hizo absolutamente nada, simplemente se dirigió a su habitación, se puso el vestido blanco que su padre le había regalado el día de su cumpleaños, puso el retrato de su papá junto a ella e invocando al dueño de su alma, le decía que estaba preparada para partir en el momento que él decidiera, con una navaja se cortó las venas de las muñecas y se dio el corte final en el cuello.
Desde entonces cada vez que tocan de menos a más en la puerta de cualquier casa sucede una muerte extraña, esto puede suceder en cualquier parte, dicen que siempre está una niña sonriendo con un portarretratos en la mano y tiene puesto un vestido blanco.
Estas preparado para abrir la puerta de tu casa cada vez que llamen a ella de menos a más, yo lo pensaría dos veces y ni siquiera me asomaría por la ventana, no vaya a estar una niña del otro lado…
Fin