La educación en caos
Por Heriberto G. Contreras Garibay.y
Tal parece que la humanidad hemos equivocado el rumbo. Nos preocupamos más por cosas superfluas que por aquellas que realmente trascienden y mejoran nuestra propia existencia.
En estos días hemos sido testigos cómo la educación es sólo un tema de palabrerías más que de acciones; más de ejercicio de poder que de libertades por el conocimiento. La educación obedece hoy al caos.
Lejos están aquellos días en que el Profesor era honrado por sus alumnos, pero sobre todo por la sociedad; el profesor se le consideraba un verdadero agente de cambio relacionado con el progreso, los valores, el bienestar social.
Lejos quedaron las ideas y postulados de grandes educadores como José Vasconcelos, Justo Sierra, Enrique C. Rebsamen, Rafael Ramírez, quienes en nuestro país sentaron las bases de la educación como plataformas ideológicas, incluso como verdaderas políticas públicas.
Pero México no es la excepción, e insisto, la educación se ha quedado en el olvido, como un mero discurso que enarbola politiquerías, que no políticas.
Todos somos, de una u otra forma responsables de esta involución, del retroceso educativo porque no hemos sabido cuidar el legado. Aquí no hay culpables, más bien responsables de lo que pasa hoy. El mundo no está excento a esto. De hecho América Latina resiente lo mismo. Hoy recibimos con pesar el panorana en Argentina, desde donde nos llegan reportes e imágenes similares relacionadas con el magisterio, la educación y sus aristas hacia el caos. Reitero no es culpa, sino reponsabilidad de todos recomponer los escenacios. Y recalco la responsabilidad y la culpa, porque la culpa elude y no suma; la responsabilidad se asume.