Factores psicosociales y sociofamiliares que influyen en el fracaso o éxito escolar
Por: Mtra. Irasel Negrete Ronzón
No dejes que lo que no puedes hacer interfiera con lo que puedes hacer.-John R. Wooden
Me parece que puedo asegurar que todos los docentes coincidimos en desear que nuestros estudiantes sean personas de bien, sanas, felices, productivas y autorealizadas en resumidas palabras, que sean exitosas, sin embargo, varios son los factores que van a incidir en el fracaso o éxito de los estudiantes, los cuales pueden ser estar relacionados con su interacción familiar y social, el contexto económico donde se desenvuelvan, con los estímulos que reciben así como con su alimentación.
El concepto de éxito escolar, distinto a lo que comúnmente se creía, no se refiere a la obtención de las notas más altas sino a demostrar una integración social triunfante en donde todos los aspectos de la vida estén equilibrados, este ideal se encuentra con otras palabras y más detallado en el perfil de egreso de la educación.
Analizando los factores que tienen mayor relevancia en el éxito o fracaso escolar, aquellos de índole sociofamiliar, psicológica o económica son lo que tienen el mayor determinismo en este tópico. Los factores psicosociales son el conjunto de condiciones que se presentan en los ambientes de aprendizaje, las cuales están relacionadas con los contenidos, las estrategias didácticas y pedagógicas, las actitudes y las relaciones afectivas entre docentes y discentes, que pueden favorecer o entorpecer la adquisición de conocimientos dentro y fuera de las aulas, algunos de estos son la desmotivación, la indiferencia del estudiante, los temas difíciles de la clase, el desinterés de los padres, la falta de apoyo de la escuela, el bullying en el aula, el cansancio mental, la falta de recursos económicos y la falta de apoyo de la familia.
Por otro lado, el contexto familiar también influye en el éxito o fracaso escolar y se manifiesta en una combinación de factores familiares que influye, igualmente, en el rendimiento de los hijos, como son las prácticas de crianza, el ajuste psicológico de los progenitores y la calidad de la relación conyugal, otras variables de dinámica familiar, como el nivel de conflictos interparentales también incide en una asociación positiva con las dificultades académicas, por otro lado la violencia intrafamiliar en el hogar incide directamente y de forma negativa en el desarrollo académico de los menores, y deteriora las relaciones interpersonales, además de generar estrés, desmotivación y absentismo; todo ello contribuye al rápido descenso del rendimiento escolar (Merino y Castillo, 2017). Al clima de convivencia familiar hay que agrega el ajuste psicológico del padre y de la madre debido a que el estado de ánimo depresivo, niveles de estrés elevados e insatisfacción con la vida por parte de los padres inciden en el rendimiento académicos de sus hijos (Tan, 2017), es decir que la salud mental de los progenitores afecta positiva o negativamente en el funcionamiento y bienestar del niño, así como en su rendimiento académico, aunado a todo lo anteriormente mencionado la promoción activa del aprendizaje en el hogar, la participación de los padres en la escuela, y el conocimiento y opinión que tienen de ésta y de sus docentes, su asistencia e interés en las reuniones informativas, la disponibilidad de materiales en casa o contar con el recurso económico para apoyar los estudios son factores que de la misma forma inciden en el éxito o fracaso de los estudiantes.
Debido a que los docentes poco podemos hacer cuando el estudiante concluye su jornada a nuestro cargo, considero que lo que nos corresponde es propiciar ambientes de aprendizaje donde se cultiven las relaciones sociales positivas y agradables, con prácticas pedagógicas innovadoras y acordes a las necesidades, características y contexto que atendemos y siempre promover la cercanía profesional con los educandos, motivándolos, fortaleciendo valores, con gran importancia al diálogo y sin perder de vista nuestras metas y objetivos académicos, además de ello podemos enriquecer nuestra práctica integrando con mayor frecuencia a los tutores en las actividades escolares, considero que hay muchas formas en que ellos pueden participar y podemos apoyarlos en su rol de tutores con talleres para padres que les sirvan de guía para comprender la magnitud de su influencia en sus tutorados.