Extraescolar
Por: Mtra. Irasel Negrete Ronzón
Intenta aprender algo sobre todo y todo sobre algo. Thomas Huxley.
A lo largo de los años siempre he tenido ocupaciones alternas a mi desempeño académico, de niña estuve en clases de iniciación musical, a la par de la primaria pertenecí a un ballet folklórico, de igual modo practicaba distintos deportes como gimnasia, natación y nado sincronizado estos dos últimos deportes me acompañaron hasta ingresar a la Escuela Normal momento en el cual decidí dedicarme a la danza, arte que desarrollo de manera profesional hasta la fecha, aparte de ello, el haberme formado con distintas tareas desde la infancia me ha permitido ser disciplinada, responsable, comprometida y organizada por lo que actualmente además de ser maestra y bailarina me doy tiempo para practicar equitación, tai chi y yoga entre otras actividades que ejerzo en mis tiempos libres.
Reflexionar sobre mi historia me animó a indagar más acerca de los beneficios de las actividades extracurriculares y su consecuencia en los alumnos pues así como yo, hay muchas personas que se diversifican y eso les brinda un mejor rendimiento en lo que realizan, esto lo noto también en los estudiantes que tengo que además de asistir a la escuela realizan una actividad por las tardes ya que son personas que destacan. En mi caso, este estilo de vida fue fomentado por mis papás, en especial por mi mamá, quien considera que una persona que utiliza su tiempo eficazmente enfocando su energía en tareas que potencialicen sus habilidades y capacidades, es un invididuo que tiene un mejor desarrollo personal, estas ideas no sólo lo aplicaba en mi hermano y en mí sino también lo motivaba en sus estudiantes (ella es maestra jubilada de educación primaria) y por supuesto en su propia vida, prueba de ello es que hasta la fecha es una persona sumamente activa que vive feliz y en constante aprendizaje.
Debo mencionar que aunque en ocasiones siendo adolescente yo sentía que tenía “muchas responsabilidades” que no me dejaban tanto tiempo libre como lo notaba en algunas de mis amistades, percibía con agrado también que mi círculo social se ampliaba y que mis experiencias eran muy variadas; ser atleta me ayudaba a ser tenaz y focalizada en mis objetivos, por otro lado, el tener padres que eran docentes y que me exigían un alto desempeño académico sin descuidar mis entrenamientos me hizo ser muy organizada y planificadora para resolver exitosamente mis compromisos, asimismo el haber experimentado en varias disciplinas me fue brindando herramientas que favorecían mi autoestima pues me secundaron a descubrir cualidades personales que reforzaron mi autonomía, también me ayudaron a acrecentar mis habilidades sociales y comunicativas; lo mejor de toda esta travesía fue el hecho de descubrir mi gran pasión que es la danza, encontrar esto me ha ayudado a encaminarme hacia la autorrealización siendo una persona que hace lo que disfruta; referente a este punto el educador británico Ken Robinson dice que “Todos tenemos una habilidad especial, pasiones y gustos que hacen que desempeñemos ciertas actividades de una manera excepcional, mucho mejor de lo que imaginamos. La causa del fracaso personal, es no descubrir tu talento y para ello es necesario conocer cuáles son tus habilidades”., es por ello que considero tan importante que cada persona, en este caso mis alumnos, descubran aquellos talentos que poseen y los utilicen a su favor para salir adelante en cualquier ámbito de su existencia, creo fielmente que cada individuo es único y valioso y así lo manejo en el aula.
Debo mencionar que las actividades extraescolares no sólo deben realizarse por las tardes, sino que también pueden ser actividades propuestas por el docente que salgan de lo cotidiano (del currículo) pero que tengan coherencia con el propósito educativo y un enfoque claro encaminado a la formación integral, como ejemplos de dichas actividades pueden ser talleres de manualidades,papiroflexia, poesía, canto, cocina, clases de baile, yoga, informática o la práctica de algún deporte, hay muchas opciones que el maestro puede llevar a cabo, sólo se debe cuidar que estén dirigidas hacia la ampliación del horizonte cultural o en preparar a los estudiantes para la inserción social, también debemos prestar atención en que estos talleres o clases fortalezcan la autoestima de los chicos y apoyen a su rendimiento escolar, para ello la motivación que demos será crucial cuidando que éstas no resulten una carga contraproducente, es esencial que cada una de las acciones puestas en práctica, permitan el disfrute del aprendizaje.
En la Teoría del Aprendizaje de Vygotsky se habla del tema de diversificar las experiencias de los alumnos, en ella asevera que “cuanto más rica sea la experiencia humana, tanto mayor será el material del que dispone la imaginación del niño. De aquí la conclusión pedagógica de la necesidad de ampliar la experiencia del niño si queremos proporcionarle base suficientemente sólida para su actividad creadora.”, esto quiere decir que si nosotros proponemos mútiples escenarios a nuestros educandos mayores posibilidades de desarrollar su creatividad y personalidad tendrán pues estaremos animando su imaginación y los estaremos ayudando a proyectar su futuro de forma exitosa y positiva.
Para concluir con este artículo, quiero resaltar el papel determinante que desempeñamos los adultos, nuestro impacto en la vida de los estudiantes es categórico debido a que a través de nuestra guía y entusiasmo podemos coadyuvar para que en ellos existan sueños, planes, proyectos y los consigan a través de las herramientas, talentos, cualidades y habilidades personales que lograron adquirir, reforzados por los valores que desarrollaron a la par de cada una de esas experiencias y lo mejor de todo es que el total de ese cúmulo de aprendizajes y autoconocimiento se reflejará en el ámbito profesional.