En puerta la reunión del Consejo Europeo

Ariel López Alvarez

El Consejo Europeo tiene programada su próxima reunión para los días 17 y 18 de octubre en Bruselas, Bélgica; mientras tanto, el Reino Unido carece de los acuerdos necesarios para plantear los términos de su salida de la Comunidad Económica Europea, programada para el 31 de octubre próximo, con temas torales como los acuerdos que deberán asumir las dos irlandas.

Creado hace 10 años, el Consejo Europeo está integrado por 28 jefes de Estado o gobierno. Entre sus funciones, propone al presidente de la Unión Europea; se encarga también de nombrar al alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad; etcétera.

Y como parece que nadie sabe a ciencia cierta qué pasará en los próximos días con el Brexit del Reino Unido, me parecen relevantes las declaraciones de Donald Tusk, presidente de este Consejo Europeo, el fin de semana pasado. Señaló al respecto:

El primer ministro Johnson (del Reino Unido) prometió a la Unión Europea presentar una solución que no solo satisfaría a los brexiteers (en favor del Brexit), sino también resolvería nuestros objetivos bien conocidos y legítimos: evitar una frontera dura en la isla de Irlanda, proteger el Acuerdo del Viernes Santo y garantizar la integridad del mercado único.

Me detengo en esta parte del discurso. Primero, Irlanda es una isla al este de Inglaterra, la Norte es parte del Reino Unido y votó mayoritariamente en contra del Brexit; ahora, volver a colocar una frontera representaría retornar a la violencia de hace unas décadas entre las dos irlandas y con Inglaterra. Segundo, con el Acuerdo del Viernes Santo, Tusk se refiere al Acuerdo de Belfast, que en 1998 puso fin al conflicto entre Irlanda del Norte e Inglaterra, con el apoyo de los partidos norirlandeses, después llevado a referéndum entre las dos irlandas.

Lamentablemente, todavía estamos en una situación en la que el Reino Unido no ha presentado una propuesta viable y realista –continuaba Donald Tusk. Hace una semana le dije al primer ministro Johnson que si hoy no existía tal propuesta anunciaría públicamente que no hay más oportunidades, por razones objetivas, de llegar a un acuerdo durante el próximo Consejo Europeo.

Sin embargo, ayer, cuando el irlandés Taoiseach (nombre que recibe en gaélico irlandés un primer ministro. Para los mismos ingleses es de difícil pronunciación. Respetuosamente recomiendo pronunciarlo como “toishics”) y el primer ministro del Reino Unido se reunieron, ambos vieron, por primera vez, un camino hacia un acuerdo. He recibido señales prometedoras del Taoiseach de que todavía es posible llegar a un acuerdo. Las conversaciones técnicas se llevan a cabo en Bruselas mientras hablamos. Por supuesto no hay garantía de éxito y el tiempo está prácticamente terminado. Pero incluso la más mínima posibilidad debe ser utilizada. Un Brexit, sin acuerdo nunca será la elección de la Unión Europea –finalizaba diciendo el presidente del Consejo Europeo.

Por estas razones, el interés de los occidentales estará puesto principalmente en la próxima reunión del fin de semana de su Consejo Europeo.