En el Puerto de Veracruz, un Huevo a la Morena

Por Álvaro Belin Andrade*

Como para que no quepa duda de que la basura del PRI la recoge y usa la coalición que encabeza Morena, en el Puerto de Veracruz ha empezado duro su campaña el exdirector de Cecytev, dirigente de la organización Fuerza Veracruzana (antaño de filiación priista), Fernando Arteaga Aponte, uno de los más reconocidos pandilleros de base tanto de Fidel Herrera Beltrán como de Javier Duarte de Ochoa, en cuyos gobiernos hizo y deshizo del dinero público para beneficio personal.

Propuesto por el Partido Encuentro Social (PES), que dirige en el estado otro expriista de su época, Gonzalo Guízar Valladares (quien hizo berrinches y amenazó con salirse de la alianza con Morena y el PT si no le daban candidaturas), El Huevo ha logrado ser postulado por la coalición Juntos Haremos Historia a la diputación local por el Distrito XIV, luego de ‘ganar’ en la encuesta al expanista Oscar Lara, impulsado por la poderosa Rocío Nahle.

Luego de cruzar el pantano del Cecytev, de donde salió no solo manchado sino prácticamente con todo el plumaje enchapapotado, Arteaga Aponte estará a punto de cobrársela a su viejo partido, el PRI, donde militó alrededor de 30 años y con cuyo cobijo se convirtió en uno más de los millonarios de la Fidelidad, para llegar al Congreso local venciendo tanto al PAN como al PRI.

Con ello, Fidel Herrera, quien está metiendo a sus huestes en el partido de Andrés Manuel López Obrador, podrá mancharle el expediente a los Yunes azules en su propia guarida, la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, y cobrársela a los nuevos dirigentes del PRI que, pese a lo que argumentan algunos viejos militantes tricolores, no han dado mucha cancha a los de la Fidelidad. Además, es posible que otro expriista y hoy arrimado a Morena, Fidel Kuri Grajales, exdiputado federal por Orizaba y propietario de los Tiburones Rojos, le siga brindando su entero apoyo.

 

La negra historia del Huevo moreno

Nadie sabe cómo ingresó al sector educativo como directivo, luego de surgir de la más ilustre universidad del priismo veracruzano, la que forma y titula a sus cuadros en los barrios y colonias populares de Veracruz y Boca del Río a golpe de acarreos, fraudes y operativos electorales, una experiencia que le será muy útil a Morena para vencer al PAN.

Luego de salir corriendo de la delegación de la SEV en Martínez de la Torre, donde fue denunciado por intento de violación de una secretaria, Arteaga Aponte se refugió en la delegación de esa dependencia en Veracruz, donde empezó a construir, gracias a dinero público, una fuerte red de apoyo que todavía hoy mantiene en puestos administrativos y académicos.

De hecho, estos personajes fueron colocados estratégicamente en varios planteles del Cecytev, en particular los de Veracruz y Medellín de Bravo, para respaldar a quien logró construir una fuerte red de complicidades que le ha permitido no solo mantenerse en activo sino evadir la tan selectiva persecución implementada por Yunes Linares. Los más de 60 individuos que coló El Huevo en la nómina, se han dedicado prioritariamente a apoyar las labores electorales en colonias de los distritos de Veracruz y Veracruz Rural. Y no solo los ha mantenido como red de apoyo electoral sino también como fuente de financiamiento.

Como su gran maestro Fidel Herrera Beltrán, Fernando Arteaga Aponte tuvo el cuidado de colocar a sus contlapaches en las direcciones y coordinaciones administrativas de los planteles del sistema de Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Veracruz (Cecytev). En los últimos meses del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, en que se mantuvo como director general de Cecytev hasta que llegó Miguel Ángel Yunes Linares a la gubernatura, El Huevo colocó a su gente en planteles de Veracruz y Medellín de Bravo.

A Alfonso Nanni García, periodista, lo puso como director del plantel de Veracruz, y como coordinadora administrativa a Claudia Mijangos, quien pese a que ya había disfrutado las mieles de la aeronáutica (tres años estuvo como aviadora), El Huevo la liquidó para luego volverla a contratar con un sueldo envidiable. Desde el plantel del Puerto de Veracruz, Mijangos coordinaba Fuerza Veracruzana. A Alfonso Nanni García, Claudia Mijangos y Rubí Uscanga, el Huevo les consiguió plazas federales, de manera que cobraban en el Cecytev, recibían sus cheques como docentes y fueron agraciados con emolumentos en la delegación de la SEV en el Puerto. Hoy dirige este plantel José Antonio Pérez Lara.

En Medellín de Bravo, puso en su momento a Esperanza Reyes Betancourt, amiga de su esposa, como directora; a Cristian Paul Slub Ledezma como coordinador administrativo y a Deysi María Banda Carvajal como coordinadora académica. Lili Acosta Palacios es la nueva directora.

 

Los Arteaga alcanzan para mucho

La última noticia de los Arteaga no solo ha sido que el jefe del clan es ahora candidato de Morena a la diputación local, sino que una de sus hijas, Kitzia Valeria Arteaga Restrepo, quien fuera impuesta en el anterior gobierno municipal priista en Veracruz como directora de la Juventud, con un salario superior a los 50 mil pesos, iba como suplente en la fórmula para la diputación federal por el distrito XIV con cabecera en el Puerto de Veracruz, que encabeza Sheila Flores Tenorio.

Y ha tenido que renunciar porque ello significaba un fuerte conflicto de intereses. Incluso, el dirigente estatal del PRI, Américo Zúñiga Martínez, quien ya había apaciguado a Fernando Arteaga Aponte a principios de 2017 cuando amenazaba con salirse del PRI por no haber logrado la candidatura a la alcaldía (arrastrada por el piso el ahora también morenista Fidel Kuri Grajales), tuvo que presionar a la joven Arteaga Restrepo para que se deslindara de su padre. Finalmente, Kitzia Valeria presentó su renuncia a la suplencia que ostentó por poco más de un mes.

 

Concluye la FILU en medio de un penoso desaire

Este domingo 6 de mayo cierra sus puertas la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) en su versión 25. Además de mostrar la vena cultural, literaria y editorial que anima a la Universidad Veracruzana, ha puesto de manifiesto el daño que ciertas personas pueden hacerle tanto a la institución que la organiza como a la propia feria bibliográfica. Me refiero al desaire hecho por la ya inalcanzable periodista Carmen Aristegui que, movida por versiones parciales en torno a la situación vivida por el maestro Sergio Pitol en sus últimos meses de vida, decidió no acudir a recibir una presea valiosa para los universitarios veracruzanos, la Medalla al Mérito UV que, en cambio, recibieron con gusto el poeta y periodista Mardonio Carballo y la lingüista Concepción Company. Qué lejos de la proverbial gentileza y amor por la UV del maestro Pitol, la actitud de sus parientes, hoy dispuestos a negociar y medrar con el nombre del Premio Cervantes 2005, cuando nunca merecieron la consideración de nuestro enorme escritor veracruzano.

*Colaboración

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