El PRI, sin proyecto ni discurso políticos
POR: Mario Raúl Mijares Sánchez
Así de la misma manera que el cuerpo humano es minado por la senectud, así las organizaciones políticas se envejecen y sus integrantes de vuelven bárbaros. En días recientes, militantes del Partido Revolucionario Institucional, PRI, se reunieron en el auditorio del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido, después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador los conminara a terminar con sus temores nacidos desde hace más de 20 años, mismos que los orillaron a cobijarse bajo el manto oligarca del Partido de Acción Nacional, una agrupación política que se ha caracterizado por anteponer los intereses de las cúpulas empresariales en lugar de atender las demandas del pueblo mexicano.
En este sentido, resulta sumamente desconcertante que la palabra miedo estuviese presente en las peroratas esgrimidas en tal evento, pues nunca llegaron a constituir verdaderos discursos políticos. ¡Qué tristeza!, pues no sólo en la Cámara de Diputados sino también en la de Senadores estos bandazos demuestran que perdieron el nivel para debatir, razón por la cual imitando a los panistas se dedican a insultar y a denostar al gobierno, pero lo peor de todo es que también exhiben que tampoco tienen un proyecto articulado ni un discurso político convincente de cara a los próximos comicios.
Resulta aun más triste escuchar y observar a Beatriz Paredes, quien sin duda otrora fue una gran oradora. No obstante, ahora sólo se dedicó a imputar descalificaciones y señalar que: “estoy dispuesta a ser precandidata a la presidencia”, y que “evitaré que se realice una elección de Estado” (qué burda). De este modo terminó su intervención y de inmediato demandó ayuda para lograr aderezarse y caminar utilizando un bastón físico y moral personificado en la figura de Alito Moreno. Lo mismo sucedió con Claudia Ruiz Massieu, quien señaló: “estoy lista y no tengo miedo”.
Una consigna que no podía faltar -y que demuestra ese miedo ahora ya conservador, abandonando con ello lo de partido revolucionario- fue la de repetir hasta el cansancio que seguirán como PRIAN, aparte de las posibles alianzas que pudiesen tejer para derrotar al gobierno actual y a MORENA (movimiento político y social impulsado por Andrés Manuel López Obrador) en la contienda electoral de 2024, no se debe olvidar que esta alianza de carácter oligarca, PRIAN son los culpables de la debacle de esta nación mexicana.
Pero también deberían de pensar, no está de más exponerlo, en derrotar al Tigre, que defiende sus intereses como pueblo y que está de acuerdo con la plataforma partidaria actual y que aboga por el bienestar de todos: la austeridad económica y nacionalista, el estado del bienestar, el indigenismo, el principio de no intervención, la proelección, los derechos de la comunidad LGBT (incluido el matrimonio igualitario), la legalización de las drogas y el combate a la corrupción.