El hermoso signo del pesebre
Por: Mario Evaristo
Querido lector(a), donde sea que te encuentres en estos días de Navidad es muy probable que encuentres en templos, plazas y casas, la representación de la escena del Nacimiento de Jesús, comúnmente llamado “Belén” o “Pesebre”. La historia sobre esa bella tradición es recuperada en diversos textos, pero te ofrezco la reseña que se ofrece en la Carta Apostólica Admirabile Signum, publicada el 01 de diciembre de 2019:
Las Fuentes Franciscanas narran en detalle lo que sucedió en Greccio. Quince días antes de la Navidad, Francisco llamó a un hombre del lugar, de nombre Juan, y le pidió que lo ayudara a cumplir un deseo: «Deseo celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno». Tan pronto como lo escuchó, ese hombre bueno y fiel fue rápidamente y preparó en el lugar señalado lo que el santo le había indicado.
El 25 de diciembre, llegaron a Greccio muchos frailes de distintos lugares, como también hombres y mujeres de las granjas de la comarca, trayendo flores y antorchas para iluminar aquella noche santa. Cuando llegó Francisco, encontró el pesebre con el heno, el buey y el asno.
Las personas que llegaron mostraron frente a la escena de la Navidad una alegría indescriptible, como nunca antes habían experimentado. Después el sacerdote, ante el Nacimiento, celebró solemnemente la Eucaristía, mostrando el vínculo entre la encarnación del Hijo de Dios y la Eucaristía. En aquella ocasión, en Greccio, no había figuras: el belén fue realizado y vivido por todos los presentes. Así nace nuestra tradición: todos alrededor de la gruta y llenos de alegría, sin distancia alguna entre el acontecimiento que se cumple y cuantos participan en el misterio (A.S., 2).
Así, la bella tradición de poner el pesebre con motivo de la Navidad, se remonta a San Francisco de Asís en 1223. Al paso del tiempo y según las circunstancias geográficas y sociales, se han añadido al Nacimiento diversos adornos y elementos, pero el significado es el mismo: Dios se encarna, se hace hombre entre los hombres, por ello es hermano, amigo, compañero, ¡misterio de amor!
Querido lector(a), te recomiendo leer la Carta Admirabile Signum, que está en sintonía con las festividades que celebramos. Recibe un fraterno abrazo y mis mejores deseos: qué el miedo no mate tus sueños; qué la perversidad de algunos no te cierre a la bondad de otros tantos;qué tu presencia lleve la paz, la justicia y la solidaridad que el mundo necesita.
¡Feliz Navidad!
Referencias Francisco (01 de diciembre de 2019). Carta Apostólica Admirabile Signum. Sobre el significado y valor del Belén. Recuperado de http://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/papa-francesco-lettera-a p_20191201_admirabile-signum.html