El desprecio de la ley crea impunidad

Por: Felipe De Jesús Fernández Basilio

Ya es de sobra conocido el desprecio que los gobiernos de Morena tienen un evidente desprecio tanto a la ley como a su derivado que es el estado de derecho ya que, si la norma jurídica no les favorece en la realización de sus intenciones simplemente la pasan por alto.
Ese desprecio fue puesto de manifiesto de manera categórica por el director de Pemex, quien al comparecer ante los diputados expresó que la otrora empresa paraestatal no va a pagar ninguna multa por ningún motivo por no ser moralmente correcto hacerlo, ya que expresó que los que cobraban multas podían tener la ley a su favor, pero no a la moral.

Ese pensamiento que no es propio solo de los gobiernos morenistas y que existe casi en cualquier tipo de fanatismo, tiene como resultado que en el país prive todo menos la aplicación correcta de la ley.

Ejemplo de lo anterior es el caso del estado de Veracruz en donde el gobierno actual irrumpe en el poder judicial de la entidad y en un acto que recuerda a los corsarios de antaño se apoderan de su presidencia y con ella de los recursos financieros de dicho ente y sin embargo lo más relevante de este caso es que se trata de un acto de canibalismo entre las diversas tribus del partido en el poder, todo porque la presidente no compartía los recursos con las facciones afines a quien en realidad gobierna en Veracruz.
Desgraciadamente estas acciones no traen buenos augurios para la impartición de justicia, cosa de la que nos vamos a ir dando cuenta con el correr de los meses y si ya vimos una probada con el desastre de la gestión de la crisis sanitaria por parte de las autoridades del tribunal, lo que viene aún va a ser peor.

Y es que si hacemos un ejercicio de memoria, nos daremos cuenta que en 2019 pasó algo muy similar con la Fiscalía General del Estado, en donde hasta la fecha despacha una fiscal espuria ya que la institución fue tomada de manera ilegal, es decir todo por cumplir un capricho político y hacerse del organismo que puede amedrentar a opositores, pero descuidando todo tipo de procesos legales para hacerlo y sobretodo olvidando el objeto verdadero de la institución que es abatir la comisión de delitos y hacer que los que los cometan enfrenten su responsabilidad sin importar si son opositores, partidarios o simples particulares.

El resultado de lo anterior lo estamos sintiendo en carne viva, ya que la persecución de delitos en la entidad es prácticamente nula, si nos damos una vuelta por la Unidad Integral de Procuración de Justicia de la capital del estado fácilmente nos daremos cuenta de que solo labora en ella el diez por ciento de su personal, mismo que lógicamente no puede con la carga de trabajo en una ciudad en la que el índice de comisión de delitos es alarmante y por ende las carpetas de investigación se abren como pan caliente, mas no pueden ser tramitadas por no haber quien lo haga.

Tan dura está la situación que, si alguno de ustedes es víctima de un delito patrimonial como robo, fraude, despojo, abuso de confianza, usura entre otros, su problema con suerte será atendido para el otro año y este 2020 ha sido por completo un año perdido, ya que la instrucción de la fiscal de facto es no dar seguimiento a ese tipo de delitos por no haber personal para atenderlos.

Podrán justificarse diciendo que la pandemia causó tal situación, pero la realidad es que ese problema data desde poco después del golpe de mano que el gobierno dio en la Fiscalía, ya que tanto la espuria como sus alfiles comenzaron a hacer una serie de movimientos extremos entre los fiscales que ahí laboraban con la finalidad de que renunciaran y por lo visto quedarse con el presupuesto de sus plazas, ya que los reemplazos no tienen fecha para llegar.
¡Qué coincidente es este caso con todo lo que toca la supuesta austeridad republicana! y los resultados son exactamente los mismos: dependencias públicas inoperantes y presupuestos perdidos.

Nada más que en este tema que es de los más serios que todo gobierno debe de atender, los números son absolutamente negativos y por ende la situación en la entidad es devastadora, ya que según el informe de México Evalúa “Hallazgos 2019: Seguimiento y evaluación del sistema de justicia penal en México”, la entidad reporta un avance prácticamente nulo en la implementación del sistema penal y se ubica en el lugar 30 de 32 entidades federativas.

Siendo aún más dramático el que como consecuencia de la falta de personal especializado en la Fiscalía General del Estado en sus peritos, policías ministeriales y fiscales, la tasa de impunidad en la comisión de delitos fuera del 91.2 por ciento, es decir más de nueve de cada diez delitos cometidos y denunciados no son siquiera investigados y del poco menos del nueve por ciento que sí han sido investigados el 80% fueron enviados al archivo temporal, es decir duermen el sueño de los impunes y eso no es todo, solo el 1.3 por ciento de las carpetas iniciadas obtienen una vinculación a proceso y de esas solo el 2 por ciento llegan a una sentencia.

Cifras devastadoras para la tercera entidad más poblada del país y que muestra la desidia de sus autoridades por tener y fortalecer un órgano que abata a la delincuencia y que para colmo de males dan una radiografía del año anterior, es decir previo a la pandemia, no me quiero ni siquiera imaginar las de este año sin los pocos fiscales que había y con la pandemia.

Normalmente una persona que llega de manera ilegítima a ocupar un cargo suele hacer su trabajo lo mejor que pueda para tratar de legitimarse en su ejercicio más en este caso vemos una excepción a dicha regla, ya que la persona que llegó enviada de palacio de gobierno a controlar la fiscalía en lugar de tratar de hacerla más eficiente, llegó a destruir lo muy poco que funcionaba y por desgracia ese es el panorama que se presenta también para el poder judicial de la entidad.
Y muestra de ello es que la impunidad cada vez se consolida como la ama y señora de la entidad sin que a las autoridades les tenga el más mínimo cuidado, ya que las instituciones encargadas de combatirla están secuestradas y puestas en manos que aparte de ser espurias también son inútiles.

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