El columpio del diablo

Por: Armando H. Noriega
El reloj marcaba las 7:22 de la tarde, Judith y Carlos iban de camino a Zimapán, municipio de Tecozautla, Hidalgo; decidieron bajar del coche para caminar por esos caminos rurales pintorescos, estaban recién casados.

-Amor, sabes que se me antoja; le dijo Judith a Carlos
-No lo sé amor, ¿Será quizá una hamburguesa?
-No
-Entonces, ¿Una pizza?
-Tampoco
-Me rindo, dime que se te antoja, contestó Carlos
-Un beso y un abrazo
-Pero aquí estamos a la vista de todos
-No importa, quiero un beso ¡Ahora!
Carlos la besó de una manera muy tierna, la estaba abrazando de una manera muy sensual, la pareja se tiró al piso entre sembradíos…
-Te amo, le dijo Carlos a Judith
-Calla y sigue besándome, no pares
-Pueden vernos, mejor vamos a caminar un poco y más adelante veremos qué es lo que sucede… Le contestó Carlos al mismo tiempo que le estaba acariciando el busto.

La pareja siguió su camino adentrándose cada vez más a los sembradíos, se estaban acercando a las dos peñas en donde se encontraba el famoso “Columpio del diablo”.

Se dice que la gente del lugar no le gusta salir cuando empieza a oscurecer, ya que es inevitable encontrarse con dos peñas entre las que hay un pequeño llano, dicen que ése es un lugar marcado por los seres demoniacos, pues en punto de la media noche, se escuchan los dolorosos y escalofriantes quejidos de un hombre que pareciera estar agonizando.
Dice la gente que ahí habita que esta historia fue verificada por un par de amigos que un día caminaban por aquel lugar, esa noche escucharon ruidos muy extraños, al ir a investigar de que se trataba, aquellos amigos se dirigieron al lugar de donde venían los ruidos que se fueron escuchando mejor y se transformaban en gritos, conforme pasaban los segundos se volvió en terror pues aquellos gritos se fueron transformando en quejidos de alguien que sufría un dolor insoportable; al llegar hasta aquel llano se encontraron con una escena sorprendente y aterradora, un hombre se columpiaba en una cuerda que estaba sostenida de la punta de las dos peñas, su rostro era tan pálido como si la poca piel que tenía en él se hubiese fundido con el hueso y no dejaba de gritar; provocó en las personas un terrible miedo que los paralizó por completo; estáticos, sin poder gesticular movimiento alguno no daban crédito a lo que sucedía, de pronto una luz rojiza e intensa rodeo al hombre que se mantenía columpiándose, prendiéndolo en llamas entre las cuales se distinguía un ser que abrazaba al desdichado, hasta que se volvió cenizas.

Mudos ante el aquel aterrorizador y espeluznante hecho, con los dientes apretados, los cabellos de punta salieron corriendo despavoridos de aquel lugar; pero cuando lo hicieron fueron sorprendidos por la muerte por haber presenciado un encuentro con el Diablo al que no los había invitado; se dice que fue una muerte horrorosa, de la nada se encendieron como dos antorchas humanas que seguían corriendo sin control hasta caer en un barranco quedando clavados por ramas salidas del suelo y que hasta la fecha se puede observar la silueta de los dos amigos dibujadas en el piso donde encontraron la muerte y que siguen penando por aquél lugar guiando a sus víctimas al columpio para que corran la misma suerte que ellos

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Por otro lado también dicen que aquel hombre que se mecía en el llano era un hombre rico, un hacendado de aquella región que un día decidió vender su alma al Diablo por más riquezas, que esa noche el mismo Diablo vino por su alma, que sigue también con su alma en pena entre los vivos llevando víctimas al señor de las tinieblas…

-Amor, ya no aguanto más, bésame aquí y ahora
Le decía Judith a Carlos mientras se desabrochaba los botones de la blusa
-Claro linda lo que tú quieras
Mientras Carlos seguía besando a su esposa ella se despojaba de su ropa…

Ella se encontraba deseosa de sentir la pasión de su ahora esposo en ella, quería experimentar el éxtasis en todos lados y de cualquier forma, estaba profundamente enamorada de él, y él de ella también, eran el uno para el otro.

-Amor bésame el busto
-Abrázame y no pares, sigue así, lo haces de maravilla…
Carlos estaba concentrado dándole placer a su esposa cuando toda ésa pasión fue rota por un grito espeluznante, era un grito de dolor que pone la piel chinita a cualquier persona…
-¿Escuchaste eso linda?
-¡No pares!
-Espera, de verdad ¿No escuchas?
-Qué cosa
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG
-¿Que fue eso?, ¿Quién gritó así?
Le preguntaba Judith a Carlos que atónita escuchó aquél grito lleno de dolor y desesperación
-No lo sé, vístete y vayamos a averiguar de qué se trata, probablemente alguien necesite ayuda
-Si amor esperemos que no pase nada, que todo esté…
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG
-OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
-Mi amor, mejor llamemos a la policía, esto no me gusta nada
-Los teléfonos no tienen señal, vamos a ver qué pasa
-Amor, tengo miedo
-No te preocupes, vienes conmigo, no voy a permitir que nada malo te pase…
-EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHOOOOOOOOOOOO
-Corre amor, viene de allá ese grito
Carlos demostraba ser valiente, pero la realidad es que estaba muerto de miedo
-Carlos mira, allá se ve todo rojo, es como si hubiera luz
-Si amor vayamos a investigar

Conforme iban avanzando la luz se tornaba más roja, los recién casados ignoraban al peligro que estaban a punto de enfrentar, ignoraban que se estaban acercando a donde se situaba el famoso “Columpio del Diablo”, la joven pareja ignoraba aquella leyenda.

Al fin llegaron en donde estaba una persona pidiendo ayuda…
-Allá es en donde hay un hombre que está en problemas, vayan a ayudarlo yo ya no puedo más
Dijo aquél hombre
-Carlos, vamos más rápido, hay alguien que necesita ayuda
-Si amor corre
La pareja ignoraba que el hombre que vieron lo verían más adelante pero en circunstancias totalmente distintas
-Amor mira, es una persona en un columpi…
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG
-¡Que le sucede!, ¿Se encuentra bien?
Preguntó Carlos

La pareja estaba atónita ante aquella imagen, era un hombre que se columpiaba de espaldas, con una fogata frente a él; Carlos al gritarle preguntándole si se encontraba bien aquél columpio se paró en automático…
-¿Se encuentra bien?
Volvió a preguntar Carlos al hombre que estaba en aquél columpio, poco a poco sólo la cabeza de aquél hombre empezó a girar hasta quedar totalmente viéndolos de frente…
-NNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Fue de tal impacto aquella escena que Judith inevitablemente gritó desesperadamente, pero no era lo único que estaban a punto de presenciar.

Aquella fogata se esparció de tal forma que los rodeo, el fuego formó un pentagrama en el cuál el hombre del columpio y la pareja quedaron justo en medio, la pareja se abrazó al ver cómo le giraba la cabeza al hombre, el miedo creció más al ver que el hombre que estaba en el columpio era el mismo que habían visto instantes antes pidiendo ayuda; el hombre del columpio se puso de pie, comenzó a caminar hacia la pareja, el cuerpo poco a poco se comenzó a transformar de la cintura para abajo en el cuerpo de una cabra, la parte superior se transformó en el cuerpo de humano y a la cabeza le empezaron a salir cuernos de carnero…

-Se atrevieron a profanar esta zona sagrada para mí
Dijo el Diablo.
Carlos le decía…
-Por favor no nos hagas daño, no hemos hecho nada malo, escuchamos que alguien necesitaba ayuda, por eso venimos

El rey de las tinieblas simplemente levantó una mano y comenzó hacer que Judith levitara mientras que le indicaba a Carlos que subiera al columpio, él así lo hizo implorándole que no le hiciera daño a su amada…
-¡Cállate y sube!

Mientras Carlos se comenzaba a columpiar comenzó a sentir como la piel se le comenzaba a pegar a los huesos, al mismo tiempo no dejaba de ver a Judith que estaba flotando en el aire, Carlos comenzó a sentir cómo el columpio y él se hacían uno mismo, la piel como chicle se le pegaba cada vez más a los huesos, las lágrimas comenzaron a salir por temor que lastimara a Judith, fue entonces cuando Carlos no podía creer lo que estaba viendo, vio cómo Judith volvió en sí y únicamente pudo mover los labios que le decía “Te amo”, fue entonces cuando Satán al hacer varios movimientos con los dedos fue despojando de la ropa a Judith hasta dejarla totalmente desnuda, fue en ese momento que al cerrar su puño dobló a Judith por la mitad partiéndole la espalda en dos causándole la muerte instantánea y de la nada se prendió como una antorcha humana…

-NNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Gritó Carlos
-Eres un maldito
El diablo volteó a verlo diciéndole que sus palabras lo halagaban, pero que aún no terminaba, Carlos estaba agonizando, el columpio se movía cada vez más rápido, fue entonces cuando el columpio hizo alto total, Carlos estaba con la mirada perdida, el Diablo se paró frente a él, estiró la mano y con sólo un chasquido de dedos le rompió el cuello provocándole la muerte instantánea.

Fue así como el señor de las tinieblas Belcebú acabó con dos víctimas más por el sólo hecho de llegar a ése maldito lugar conocido como el columpio del diablo.

Cada vez que estés en el campo, un parque, un lugar público, o simplemente en tu recamara en la noche a punto de dormir y escuches que alguien necesita ayuda, después de leer esto, ¿Irás en su ayuda o pedirás ayuda? Recuerda que Belcebú puede presentarse en cualquier forma y en cualquier aspecto…

FIN
Agradecimiento especial.

Es para mí un honor poder presentarles mi primer libro publicado llamado: Diez cuentos para visitar México, donde podrás encontrar suspenso, terror, aventuras, romance y más, en grandes lugares representativos de México. Mi profundo agradecimiento a la REVISTA SIN RECREO, en especial al Lic. Luis Gerardo Martínez García y a todo su equipo de profesionales por brindarme la oportunidad de publicar mis obras en su revista, sin ustedes esto no hubiera sido posible. Son parte indispensable para este éxito que también es de ustedes.

GRACIAS INFINITAS.