El arte moderno y las nuevas tendencias del siglo XX
La Segunda Guerra Mundial provocó en Europa una tremenda crisis cultural y de valores, pues los supervivientes fueron testigo de los máximos niveles de degradación que se hubiesen conocido: El genocidio, la bomba atómica y su tremendo poder destructor. La existencia diaria se fue politizando y polarizando como nunca antes en tiempos de paz, porque se empezaba a vivir bajo las condiciones de la guerra fría. Estados Unidos era ya una potencia económica y política y el panorama artístico cambió. Nueva York se constituyó como la nueva capital mundial del arte, en sustitución de París. Hay que tomar en cuenta que Estados Unidos no sufrió las invasiones y la destrucción en su territorio, por lo que no tuvo que reconstruirse, como lo hicieron los países europeos. Así, su poder económico se consolidó y, con el mercado abierto, el capitalismo se encontraba floreciente para albergar grandes capitales que fueron conformando importantes colecciones de arte. Esta ciudad vio el transcurrir de numerosas tendencias en el arte; cada una que iba surgiendo, era aplaudida y elevada comercialmente. Galerías y coleccionistas promovían la imagen de SUS artistas, que inauguraron, por así decirlo, un estatus de verdaderas “estrellas”.
En Nueva York ,artistas europeos, tanto como como americanos y muchos otros que iban llegando de todos los rincones del mundo, crearon numerosas tendencias. Fue una verdadera explosión donde cada uno tomó libremente el camino de su propia búsqueda dentro del arte.
Desde entonces y hasta los años setentas, la exploración se centró en el arte abstracto, que tiene significados intelectuales y emocionales y que no representa ni imita ningún objeto o figura reconocible. No fue sino hasta los ochentas, cuando se empezó a buscar nuevamente la figuración y las técnicas tradicionales, en la nueva etapa de arte, que los historiadores denominan “Arte Contemporáneo” y del cuál trataremos en el futuro.
A continuación describiré brevemente las características de algunas de las “tendencias” que se dieron a partir del fin de la segunda guerra mundial, en lo que se conoce como “arte moderno”. Aunque se dieron algunos grupos, esta etapa está llena sobre todo de nombres, individuos muy famosos.
Expresionismo abstracto, Se desarrolla a partir del sentimiento que “la gran depresión” económica del 29 ha dejado y el dolor de la posguerra. Una gran necesidad expresiva que busca manifestarse. Jackson Pollock es el más conocido y con quien más se identifica esta tendencia. Pollock hacía “action painting” o pintura de acción. Pintaba sus cuadros en el piso, con una técnica que él denominaba “dripping” o goteo, en la que, más que pintar, escurría y lanzaba la pintura a la tela, para registrar el ritmo y la fluidez de la pintura al caer; para él, esa era la forma de plasmar la emoción de la naturaleza y la tela solo debería ser tocada por la pintura, sin brochas, pinceles u otras herramientas.
Minimal art: Inspirada en el arte oriental, a partir de la idea “menos en más”, buscaban resolver sus obras con un mínimo de elementos. Producen imágenes simples, espacios casi vacíos, pero buscando la belleza. Sol le Witt fue uno de sus representantes más conocidos.
Arte Óptico y Arte Cinético: Se desarrollaron en tres categorías: La primera es el Op art o Arte óptico, que juega con los efectos ópticos, dando en la obra una impresión de movimiento. La segunda y tercera son evidentemente escultóricas, porque su principio es el movimiento. En una producían obras que se movieran por el calor o el viento y la otra, obras con motor, con las que el público podría interactuar a través de algún mecanismo. Alexalder Calder es uno de sus principales representantes.
Pop Art: Esta tendencia no es abstracta y forma parte de las que algunos autores denominan “nuevas vanguardias”. Impera la imagen cotidiana, tiene una energía juvenil motivada por la publicidad; se inspira en el cómic, la ilustración, el afiche (cartel), que son elevados a arte por decisión del autor. Conocida es esa impresión que hizo Andy Warhol de una lata de sopa Campbell, o la imagen del rostro de Marilyn Monroe, Elvis Presley y más íconos de la cultura Pop (popular), repetidas múltiples veces en distintos colores. Sus técnicas son la serigrafía y otros métodos de reprografía, como impresiones múltiples de imágenes tomadas directamente de fotografías, que no representaban un gran reto técnico para el creador. Otro artista muy conocido es Roy Linchestein y sus viñetas de cómics convertidos en enormes cuadros. Los artistas del Pop significaron la celebración, la alegría por la libertad económica.
Hiperrealismo: Casi consecuencia del Pop Art, el hiperrealismo notó la falta de esfuerzo de parte del autor al presentar obras con tan poco trabajo. Aquí el enfoque es técnico, se fijaron el objetivo de conseguir el mayor parecido posible, como nunca antes se había conseguido. Se trata de confirmar la maestría del artista, su auténtica capacidad técnica.
Arte Póvera: A diferencia de las anteriores, esta tendencia nació en Turín, Italia en 1970. Su máximo representante fue Miguel Ángelo Pistoletto. El “arte pobre” se basa en la reutilización de materiales, aunque no fueran los tradicionales. Se trataba de usar materiales baratos, naturales o corrientes. Daban énfasis precisamente en elevar los materiales humildes a la categoría de arte, lo que para ellos equivalía a encumbrar a los pobres hacia posiciones más privilegiadas, porque esta corriente tiene una fuerte carga política y tiene su punto clave en la lucha de clases.
Hasta aquí por ahora, dejamos para la próxima nuestro recorrido por las diversas maneras en que los artistas han enfocado su trabajo y las ideas que lo rodean.
Renatta Vega Arias.
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