Democracia a prueba

Por: Felipe De Jesús Fernández Basilio

Antes que nada, quiero desear un feliz 2021 a todos mis lectores y aunque es evidente que terminó un año muy difícil y que casi todos los pronósticos nos indican que el que empieza no va a ser diferente, no hay que perder el optimismo y sobre todo hay que tener la seguridad que toda crisis en algún momento tendrá que pasar y así será; así que en feliz año para todos Ustedes.

Ahora veremos lo que nos dejó el asueto de las navidades (lo digo en plural, porque son dos: la de rito occidental o romano que se celebra en diciembre y la de rito oriental o griego que se celebra en Reyes) y lo que nos dejaron las navidades se resume a una alerta total sobre los peligros que encarnan los populismos totalitarios que giran en derredor de un líder que se siente el salvador del pueblo.

Y es que vimos cómo es verdad que por la democracia en donde pasa un demagogo megalómano no vuelve a crecer ni el pasto como se decía del rey huno Atila y nos dimos cuenta que ni una democracia tan sólida como lo es la de Estados Unidos ha quedado a salvo de un embate de esa clase.

Ya que, siguiendo con el huno, el día de Reyes es perfectamente equiparable con la batalla de los Campos Cataláunicos en la que romanos y godos pudieron detener in extremis a los invasores y es que debido a la solidez de las instituciones democráticas de aquel país es que por el momento se controló a la turba y el Congreso pudo realizar la última certificación de la elección presidencial, pero al igual que en el ejemplo de historia antigua que mencionamos, la amenaza sigue latente.

Y sigue latente, porque la polarización y el odio hacia las instituciones y los que piensan diferente allí está muy arraigado y basta otra pequeña arenga desde el poder o fuera de él por parte del derrotado presidente para que la mecha se vuelva a encender y si no llevan ante la justicia a quienes incitaron y participaron en los disturbios, las cosas van a empeorar.

Pero más preocupante aún resulta la situación para México, ya que nosotros tenemos exactamente el mismo problema de demagogia basada en un megalómano que se siente redentor del pueblo, pero con la diferencia de que de ninguna manera tenemos la solidez democrática de nuestros vecinos del norte y es que nuestra democracia más bien ha sido de a mentiritas y siempre sujeta a la voluntad de quien ostenta la presidencia.

Ciertamente tuvimos la fortuna de tener a partir de Zedillo y hasta antes de López a presidentes que libremente dejaron actuar a las instituciones como el propio Zedillo o Fox o quienes no tuvieron la fuerza legislativa para imponerse como Calderón o Peña y ahí empezamos a hacer nuestros pininos en democracia y separación de poderes, pero a decir verdad solo sucedió a nivel federal y en algunos estados en contadas ocasiones.

Ahora tenemos todo lo que se necesita para acabar con esa incipiente democracia y dentro del gobierno no se ve que exista un Pence que opte por defender a las instituciones por encima de los caprichos del presidente, ya que todos están sometidos al ocupante de Palacio Nacional.

Podrán decir que durante el mandato de Trump todos sus partidarios le eran sumisos y solo cuando perdió su poder comenzó a resquebrajarse y en efecto así fue, pero tampoco hay que olvidar que en Estados Unidos hay una mayor tradición democrática, misma que fue puesta a prueba y que la gran mayoría de sus políticos optaron por preservar a las instituciones y que aquí en México no existe ese amor por las instituciones.
Siendo tan real el riesgo de una regresión autoritaria en el país que el presidente actual ya mandó al diablo a las instituciones con dichos en alguna de sus tantas campañas y con hechos desde el poder y cuando fue candidato y perdió armó tal sainete sin tener el poder, que no es difícil pensar en lo que podría hacer teniéndolo si en un futuro los resultados electorales le son adversos.

Por ello no podemos tomarnos a la ligera lo que estamos viendo en Estados Unidos, porque vuelvo a insistir, el sistema de ellos resistió de milagro debido a su larga tradición democrática pero nosotros no tenemos ni remotamente esa tradición y si queremos que nuestra democracia en desarrollo se fortalezca, debemos no solo criticar al actual gobierno sino también exigirle que cumpla con sus funciones constitucionales e incluso ideológicas a cabalidad y no solo haga como que las cumple como en el caso de las vacunas.

Ya que en los tiempos actuales, esos medicamentos deben de ser la prioridad y todo el presupuesto posible debe dedicarse a adquirir las mejores que haya en el mercado para vacunar a toda la población en el menor tiempo posible, comenzando con los lugares en donde hay más riesgo y daño económico y no inventando brigadas clientelares que vayan a vacunar a cuentagotas a comunidades aisladas utilizando vacunas “made in China” que ya eso lo dice todo; solo para decir que tienen una cobertura de muchos municipios pero que en realidad no sirve para nada, ya que en donde está lo más grave es en las grandes ciudades.

Más volviendo al tema que esta vez nos ocupa y para concluir, los invito a reflexionar sobre el peligro en el que estamos y a trabajar desde nuestras trincheras para cambiar las cosas y más importante aún, en este año que comienza y que además es electoral, es necesario analizar con crítica lo que hace y deja de hacer el gobierno y sobre todo buscar un equilibrio democrático en la Cámara de Diputados, en los estados y en los municipio que estarán en la justa electoral, ya que si esto no se consigue en el 2024 vamos a tener serios problemas.

felfebas@gmail.com

Twitter: @FelipeFBasilio