Cuitláhuac García no merece el cielo
www.revistasinrecreo.com y radiomaximadigital.com
Por Luis Gerardo Martínez
Sigue el desencuentro entre el arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa Hipólito Reyes Larios y el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez. El vocero de la arquidiócesis, José Manuel Suazo juega un papel importante en este desenfrenado choque de trenes. Reiteradamente Suazo hace énfasis en los tropiezos del Gobierno de Veracruz, particularmente cuando se ven afectados los intereses de la iglesia católica en Xalapa.
El diálogo parece roto desde el inicio entre el gobierno de la cuarta transformación y la iglesia católica local. Más de una vez hay motivos para que Juan Manuel Suazo y Eric Cisneros (Secretario de Gobierno de Veracruz) se manden mensajes mediáticos, a través de sus periodistas consentidos -como suele suceder-.
Suazo acusa al Estado y Cisneros se defiende de la Iglesia, o a la inversa. Ambos han entablado un pleito mediocre y sin sentido. Cada uno ve en el otro su propio demonio. No aportan ni estrategia política ni discurso argumentativo. Ambos se quedan en un nivel condenatorio como si tuvieran la facultad divina de hacerlo. A veces dejan ver un amor mal comprendido entre ambas instituciones locales. Los acuerdos bipartitas no son lo suyo.
Posiblemente Cuitláhuac García Jiménez sea católico (independientemente de su iniciación masónica), lo que lo hace más vulnerable en este choque interinstitucional porque le resta puntos para merecer el cielo (en caso de portarse bien), pues es el más mencionado entre los dimes y diretes en esta falsa guerra de declaraciones entre un vocero y un estratega político.
Las razones de fondo sólo los cuatro las saben, Cuitláhuac García, Eric Cisneros (de un bando), Hipólito Reyes Larios y José Manuel Suazo (del otro). Los errores que la iglesia católica le atribuye al gobernador de Veracruz y a su operador político están plenamente identificados a los que les atribuye el PAN, contrincante natural de MORENA.
Si este clima de animadversión continúan entre estos actores políticos (la religión también es política), los católicos le negarán el cielo a Cuitláhuac García antes de que termine su sexenio.