19 de septiembre de 2017

Por Dimas Ochoa Zumaya*

A las 12:00 horas del día 19 de septiembre 2017, me encontraba en la delegación Xochimilco de la CDMX, realizando algunas tomas fotográficas en el Módulo del INE, ya que ese día se realizaba el protocolo de simulacro en conmemoración del terremoto del 85, soy brigadista multifuncional (la Secretaria de Protección Civil solicita tener registrada una brigada de primeros auxilios y combates de incendios por colonia, empresa, oficina de gobierno, etc.). Me había molestado con los ciudadanos porque no respondieron en tiempo al simulacro, les dije: » Qué tal si es real, eh! ¡ya estarían muertos!!» y me dijeron: » No te enojes no es real». Una hora y cuarto después me encontraba en la delegación Coyoacán casi esquina Miramontes, estaba a punto de cruzar la avenida, cuando el suelo comenzó a agitarse cada vez más fuerte, miraba al rededor y todo se tambaleaba, veía los edificios cercanos chocar entre sí y se escuchaba debajo de la tierra un enorme estruendo, algunas fachadas se desprendieron, muchas personas evacuando los edificios en el momento del temblor. A las personas se les olvidó el protocolo de protección civil  de que hacer en caso de emergencia, todos salían corriendo y gritando,  cuando cesó el sismo, las calles se llenaron de gente, las líneas telefónicas se saturaron, el metrobus cortó su circulación así como las líneas del metro dejo de dar servicio, la angustia y pánico inundaron las calles, empezaba a oler demasiado a gas, las fugas eran inminentes, cuerpos de emergencia por todos lados, edificios derrumbados, calles sin luz, voluntarios ayudando a cruzar las vialidades, pues los semáforos estaban descompuestos. Era desolador ver a madres y padres caminar en las calles con sus hijos agarrados fuertemente de una mano, mientras en la otra los pequeños sostenían a su peluche o su súper héroe preferido ante la incertidumbre de lo que pudiera pasar.

Hasta ese momento no me había dado cuenta de la realidad del caos, caminé en dirección a la Av. Miramontes y vi caer un edificio luego una gran nube de polvo y humo tapó el edificio todos gritaron. mi pensamiento voló cuando escuche a 2 señoras llorando y comenzaron a gritarle a la gente que estaban en una gasolinera que se quitarán de ahí, posteriormente me traslade a la calzada de las brujas a unas cuadras de Miramontes encontrando el Colegio Enrique C. Rébsamen  derrumbado tomé algunas fotos y me comentaron que en la calzada de Tlalpan se derrumbó un edificio del multifamiliar, decido trasladarme a ese lugar encontrando el multifamiliar caído. Fue un completo caos; pude ver con mayor panorama el desastre, los vecinos sufrieron daños en sus viviendas, había bardas colapsadas y banquetas rotas, Me estremeció ver a la gente pasándose los ladrillos de los edificios derribados para poder rescatar a la persona atrapada, había lugares donde ya no aceptaban voluntarios.

Al día siguiente me tocó ir como brigadista a la Colonia Roma, al llegar al Parque México vi las calles cerradas, los edificios en ruinas, el ejército y los marinos impidiendo el paso a todos los medios de comunicación, tomé algunas fotos y un marino procedió a quitarme la cámara y retiró la memoria quedándose con ella, para posteriormente devolverme la cámara, perdí la percepción de donde estaba, juraba que me encontraba en otro país. No reconocía esa colonia a donde me gustaba ir desayunar los fines de semana y así seguí mi recorrido durante una semana en diferentes puntos de la CDMX ayudando y en algunos casos tomando fotos algunas personas se me acercaban para platicarme lo que les tocó vivir en este sismo.

A un me sigue doliendo este suceso, que ya ha marcado para siempre mi vida y la de todos los mexicanos, sensibilidad, cansancio, tristeza, soledad, impotencia, miedo, y dolor por las víctimas y sus familias, no podía creer que en el mismo día volviera a revivir el terror del 85.

He vivido en carne propia huracanes e inundaciones, pero el miedo al sismo del 19´s es algo que no supero, prefiero vivir un huracán por que avisa cuando va a llegar que un sismo que no sabes en que momento va a estar.

*Colaboración