Ingeniero mexicano en Boston participa en desarrollo de páncreas artificial

El mexicano Carlos Omar Morales ha trabajado en la Northeastern University en el desarrollo de un páncreas artificial que salió al mercado el año pasado, después de más de diez años de trabajo. 


El ingeniero radicado en Boston explicó que mediante la aplicación de matemáticas, teoría de control, computación, electrónica y sensores biológicos, el dispositivo puede detectar el nivel de glucosa en el cuerpo. 


A continuación envía una señal de entrada a una bomba de insulina controlada por un microprocesador. De esta manera se permite calcular las futuras dosis de insulina, ajustando de acuerdo a cómo el cuerpo esté cambiando. 


“Este avance reduce, principalmente, los problemas de corto plazo en el caso de hipoglucemia, también reduce la hiperglucemia, así como problemas a largo plazo, como repercusiones que afectan al corazón, la vista, las extremidades y el riñón”, destacó Carlos Morales. 


Enfatizó que esta tecnología permitirá resolver los problemas en pacientes que padecen diabetes, tanto del tipo 1 como del tipo 2. 
“Ya está disponible el primer producto comercial. En este momento sólo en Estados Unidos, pero muy pronto lo estará en Europa y Latinoamérica”, expuso el científico mexicano durante el X Congreso Nacional de Tecnología aplicada a Ciencias de la Salud, en la Universidad Iberoamericana de Puebla. 


Añadió que se estima que aproximadamente diez por ciento de la población mundial tiene problemas de diabetes. Por ende, este proyecto pretende tener un impacto de largo alcance, no sólo para México sino también para el resto del mundo. 


Páncreas artificiales mexicanos 


Cabe destacar que el también mexicano Josué Jiménez Vázquez, investigador del Instituto Politécnico Nacional, creó un páncreas bioartificial que facilita la penetración de insulina, oxígeno y nutrientes en el organismo con el fin de compensar los que el paciente va perdiendo conforme la enfermedad avanza. 


El dispositivo aún se encuentra en fase de desarrollo, pues debe cumplir con pruebas como las de compatibilidad con el cuerpo de los diferentes pacientes que podrían necesitarlo, así como el estudio de los efectos secundarios que podrían irse presentando. 

Igualmente mexicana, Ana Gabriela Gallardo creó un dispositivo inteligente que por medio de un sensor mide niveles de glucosa en tiempo real y a través de una bomba que suministra la dosis de insulina necesaria de forma automatizada. 


De esta manera, el páncreas artificial regula niveles de azúcar sin importar el estado de avance de la enfermedad, ni la cantidad de carbohidratos ingeridos o práctica de ejercicio. 


Por el desarrollo, la ingeniera electrónica médica por la Universidad Autónoma de Guadalajara fue premiada en 2013 por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) con el galardón “Innovadores Menores de 35 años en México».


*Tomado de La Jornada