Tengo 17 años, ¿qué hago con mi vida?
Por: PATRICIA PEIRÓ.
El tiempo podía alargarse como el chicle en clase en el Bachillerato -BUP, COU, ESO, que cada uno elija aquello con lo que se sienta generacionalmente identificado-. Pero llegaba un punto de junio del último año, esa época en la que las monjas se paseaban por los pasillos controlando que las chicas no llevaran los tirantes muy finos –lo juro, verídico- en el que mirabas a tu alrededor y pensabas: “Vale, se acabó el cole, lo que venga a partir de ahora lo decido yo”. Y, por qué no decirlo, ese dilema puede llegar a generar un poco de ansiedad. Hasta ese momento seguramente tu mayor elección ha sido entre historia del arte y latín para las optativas o irte de viaje de fin de curso a Mallorca o a Salou.
Están los que se ponen solemnes: “Estás decidiendo tu futuro, elige con cuidado”. No negaremos la importancia de la decisión, pero a este grupo de intensos habría que decirle que te quedan como mínimo 50 años más de vida, así que en principio hay tiempo de rectificar. De hecho, la tasa de abandono en los dos primeros años se sitúa en España en torno al 27% (datos del Ministerio de Educación). Luego están los prácticos: “Economía, Derecho o una Ingeniería, no te compliques”. Los utópicos: “¡Haz lo que quieras y no pienses en nada más! Lo importante es hacer lo que te guste”. Habría una gran variedad de especies y subespecies más, pero no hace falta profundizar.
No dudaremos de que no haya alguno a esa edad con un vastísimo autoconocimiento, pero la mayoría, a los 17, no tenemos ni siquiera muy claro si nos gusta más la nata o la vainilla, la carne o el pescado, Astérix o Tintín.
EL PAÍS celebra los días 16 y 17 de diciembre las jornadas EL PAÍS con tu futuro destinadas a los estudiantes de segundo de Bachillerato para que puedan elegir con más criterio qué va a ser de su porvenir más inmediato. Según un estudio del círculo Formación realizado con 17.000 encuestas, 8 de cada 10 estudiantes no sabía antes de iniciar el curso universitario presente qué escogería. Y sí, hay vida más allá de convertirse en ingeniero o abogado. Hagamos un poco de caso al útopico mencionado unos párrafos más arriba y, al menos a los 17, vamos a fomentar que piensen en lo que les apasiona. ¿Quién dijo que uno no puede aspirar a ser analista de big data? ¿O artista multimedia? ¿O diseñador de videojuegos?
Gominuke o Rush Smith ofrecerán un valioso testimonio como youtubers. Ellos son dos de las invitados a los momentos Tentaciones. Un espacio dentro de las jornadas tan transgresor que hasta acogerá a una invitada que se gana la vida acortando versos, la micropoetisa Ajo. Vivir de redactar noticias de mentirijilla tampoco debe estar mal. Pero ya lo contarán los de El Mundo Today, los cuartos participantes de este espacio.
La epifanía puede llegar de la mano de un gurú, mentor, emprendedor o persona inspiradora en general. En la cita estudiantil más de 50 ponentes intervendrán para mostrar a los futuros loquesea la cantidad de opciones que existen. Parece un chiste, pero allí se juntarán un diseñador de robots, otro de videojuegos, el fundador del festival Arenal Sound, una policía, un guionista, una investigadora, profesores, psicólogos, un matemático y un bioquímico, por poner algunos ejemplos. Las jornadas también ofrecen la posibilidad de compartir una conversación con los ponentes que más te hayan inspirado. No nos engañemos, volver a casa y comunicar a la familia que has visto la luz y quieres ser director de festivales de música puede ser un momento complicado. Pero hay que ser valiente. (El País)