SABER TRIUNFAR
Mtra. Irasel Negrete Ronzón
Hay dos formas de enfrentar la vida: una es con orgullo, creyendo que lo sabes todo, y la otra es con humildad, reconociendo que tienes mucho por aprender.- Anónimo
¡Bienvenido el 2022! Estamos iniciando un nuevo año que para mí significa una nueva oportunidad para disfrutar, aprender, agradecer y aportar; cada año nos ofrece nuevas vivencias; a veces podemos lograr aquello que tenemos planeado y otras veces hay que tener paciencia para seguir adelante hasta ver cumplido lo que queremos, sin embargo, considero que no sólo se trata de obtener lo que deseamos sino también saber recibirlo, es por ello que en esta primera columna del año hablaré desde mi perspectiva acerca de estar preparados para el éxito, lo cual como todo, se trabaja desde la infancia en casa y se refuerza en la escuela.
Para iniciar, triunfar es lo que entendemos como el logro del éxito, la palabra “éxito” viene del latín “exitus” y significa “final” o “término”. Los ingleses adoptaron esta palabra como “exit” cuya traducción al español es “salida”, así que podemos interpretar que éxito es todo aquello que pone fin o muestra la salida de una carencia, por ello cuando alguien triunfa se puede considerar satisfecho o abundante; algo muy importante que debemos considerar es que cada uno interpreta el éxito a su manera, no hay un sólo camino para lograrlo ni tampoco una única forma de ser catalogado como triunfador, esto va a estar determinado por nuestra forma de ver el mundo, nuestro contexto, nuestra educación, nuestros ideales y por supuesto por nuestra edad y madurez, tomando en cuenta todo lo mencionado podemos asumir que no hay una medida especial para determinar qué tan exitoso se es aunque a lo mejor podemos afirmar que alguien nos parece más exitoso que otra persona porque tiene más de muchas cosas de muchos ámbitos pues es un concepto que puede explicarse como un bien acumulativo (ojo que eso no implica que ese alguien sea más feliz), ahora bien, habiendo aclarado el concepto de triunfo podemos entrar en el tema el cual nos invita a reflexionar sobre interrogantes como: ¿nos debemos preparar para el éxito? y ¿cómo nos debemos preparar para el éxito?.
Desde mi perspectiva todos debemos prepararnos para al éxito desde edades tempranas pues todos en algún momento seremos exitosos así que deberemos de saber manejar dicho momento para poder disfrutarlo y prolongarlo.
El principal ingrediente para afrontar el éxito es manejarnos con humildad, esta cualidad tendrá un doble propósito, el primero es que nos servirá para “mantenernos con los pies en la tierra” evitando así sentirnos superiores a los demás y en segundo lugar nos servirá de “salvavidas” para no caer en depresión si por alguna razón dejamos de tener éxito. Humildad significa actuar con perspectiva, con criterio y sabiduría, con conocimiento de nosotros (fortalezas y áreas de oportunidad) y de las situaciones en las que nos encontramos para poder mostrarnos auténticos en la toma de decisiones, cuando actuamos con humildad, evitamos caer en el egocentrismo y la soberbia.
Otro ingrediente que nos prepara para el éxito es el saber escuchar, tanto a nuestra intuición como a aquellas personas valiosas que nos han acompañado durante el proceso y camino rumbo al triunfo, saber recibir retroalimentación es un gran acierto pues al conocer y valorar las opiniones de los demás ya sea de quienes reciben nuestro servicio, nuestras personas de confianza o de nuestros colegas tenemos la opción a elevar la calidad de lo que hacemos y por ende a ser más exitosos pues comprendemos aquello que debemos mejorar y nos mostramos como personas abiertas que están receptivas al aprendizaje continuo.
Un tercer ingrediente es ser agradecido, reconocer a todas aquellas personas que de forma directa o indirecta colaboraron en el logro del éxito en nuestra vida, comprender que somos personas sociales y que necesitamos de los demás es importante ya que al ser agradecidos, muchas más oportunidades se presentan.
Un cuarto ingrediente y aclaro que no es que deban ir en este orden es tener la capacidad de aprender constantemente lo cual, siempre será un acierto en cualquier área de nuestra vida ya que nos permitirá tomar mejores decisiones, reinventarnos y ser creativos, cuando aprendemos constantemente nuestro pensamiento es más analítico y reflexivo por lo que podemos superar los obstáculos y los momentos difíciles, todo ello nos ayudará a adaptarnos a cualquier situación y sacarle el mejor provecho.
Como lo mencioné al inicio del escrito, todas estas cualidades se deben trabajar desde la infancia para que cuando se llegue a la edad adulta se pueda tener una existencia plena y placentera y por supuesto, los docentes siempre podemos aportar mucho a nuestros alumnos si primero trabajamos en nosotros para ser buenos guías y modelos de los mismos.