Recordando a Carlo Antonio Castro Guevara
Por: René Sánchez García*
Nunca imaginé aquel día 26 de enero de 1974, que al cruzar por primera vez la puerta de entrada de la Escuela Secundaria y de Bachilleres “Experimental”, mi vida cambiaría considerablemente y para siempre.
Fue allí en ese plantel educativo, cuando por segunda ocasión tuve la oportunidad de saludar de nuevo a aquel maestro que el año de 1969, me enseñara en las aulas universitarias no sólo los contenidos de la Pedagogía Social como asignatura, sino también todo ese amplio campo de estudio de la antropología, pero sobretodo la importancia vital de leer, escribir, estudiar, crear, investigar y difundir la cultura. Así es, se trataba de mi reencuentro con el maestro Carlo Antonio Castro Guevara, quien en ese momento, aparte de ser profesor en ese bachillerato, también lo era en la Escuela Normal Veracruzana, así como en la división de lingüística de la carrera de Antropología de la Universidad Veracruzana.
Ese día no me reconoció al instante, tuve que saludarlo y recordarle que había sido su alumno en el primer semestre de la Facultad de Pedagogía de la UV. Desde entonces y hasta días antes del momento de su lamentable partida en el año de 2010, confieso que fueron pocos los momentos que me permitió comentarle acerca de un tema, pues él fue siempre el dueño indiscutible de la palabra.
Pero en cada uno de esos diálogos, la enseñanza obtenida era lo más importante. A mis 23 años de edad y teniendo ya conocimiento de su forma tan especializada de hablar en público, tenía en lo particular estar bien informado de cuanto sucedía en México y el mundo (así como de muchos diversos temas culturales), teniendo el sumo cuidado de saber expresarme en el momento del diálogo. Un pequeño error era el motivo ideal para ser corregido y a manera de regaño/consejo, verme siempre en la necesidad de leer, escribir e investigar, tal y como él lo hizo a todo lo largo de su vida académica.
Lo cierto es que, más que un compañero de trabajo en esa escuela, aquel hombre se convirtió en el más grande y verdadero de mis amigos. No sé, a lo mejor exagero, pero creí siempre que era el primero en enterarme de todo cuanto realizaba y de sus proyectos. En la calle de Nicolás Bravo 9 (sede del edificio escolar) al saludarnos, antes o después de impartir alguna de sus dos asignaturas: Taller de Expresión Gráfica o Creación Literaria, recibía de su propia mano, el ejemplar de la revista La palabra y el hombre (UV), el periódico local semanal Punto y Aparte, la sección cultural de Diario de Xalapa, publicaciones del IVEC, o cualquier otra donde le hubiesen concedido espacio para expresar sus ideas o su poesía.
Quiero mencionar que la emoción vertida por la enseñanza, investigación y difusión del quehacer antropológico que ejerció con tanto ahínco el maestro Carlo Antonio, fue que decidí cursar la especialidad social de la carrera de Antropología durante los años de 1982 a 1986. El maestro Carlo Antonio fue siempre generoso. Me localizaba por cualquier medio para invitarme a sus conferencias, presentaciones de libros y revistas, actos de reconocimiento a su labor, etc.
Siempre fui invitado a colaborar con algún artículo, reseña o comentario en las revistas que fundó y dirigió en la Facultad de Antropología o en el Colegio Preparatorio de Xalapa, por citar sólo dos ejemplos. Dos asuntos recuerdo con especial agrado, las muchas ocasiones en que degustamos la comida del mediodía en lugares cercanos al Instituto de Investigaciones Educativas (institución donde también laboré), allá por los rumbos del famoso parque de Los Berros; así como también cuando mi estimado maestro fue designado parte del jurado para poder obtener la cátedra de Educación Indígena en la Facultad de Antropología, allá por el año 2000. Recuerdo como si fuera hoy sus sabias palabras del compromiso de ser profesor universitario.
Precisamente éste sábado 11 de abril se cumplen 10 años de su partida, y he querido recodar sólo algunos pasajes de su labor docente, así como de sus valiosas enseñanzas y consejos recibidos de parte de éste gran hombre verdadero.
*Sagare32@outlook.com