Los fondos destinados a PISA deberían dedicarse a escuelas y formación de maestros
La evaluación estandarizada no refleja lo que sucede en clase.
Por Laura Poy Solano*
Ante los resultados del Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) 2015, que dieron para México los resultados más bajos de desempeño en ciencias, matemáticas y lectura de los 35 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), podemos concluir que no está mostrando lo que realmente pasa en el aula, afirmaron especialistas e investigadores.
Una evaluación estandarizada, señalaron, no puede recoger lo que pasa de forma cotidiana en los salones de clase. Lo hemos comprobado año con año y decenio tras decenio, por lo que no puede incidir en los resultados educativos.
Destacaron que México ha invertido enorme cantidad de recursos –tan sólo la aplicación de PISA 2015 implicó un pago de 44 millones de pesos– en este esquema de evaluaciones, que sólo reportan estancamiento, por lo que esos fondos deberían invertirse en las escuelas y en la formación de los maestros.
Durante los trabajos del tercer foro Hacia la construcción del proyecto de educación democrática, convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Teresa Garduño, integrante del equipo académico del magisterio disidente y experta en el sistema educativo nacional, afirmó que lo que realmente se debe hacer es evaluar profundamente el trabajo en el aula, y eso sólo puede hacerse dentro del salón de clases y no con elementos externos.
En ese acto, realizado en la sede de la sección 9 de la Ciudad de México, se presentaron algunos avances del documento denominado Bases para una propuesta de educación democrática en México.
Hugo Casanova, profesor del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México e integrante de la comisión académica que asesora a la CNTE, destacó que se trata de un esfuerzo que ha recogido diversas propuestas del magisterio, pero con un profundo rigor académico, a fin de dar sustento y contenido a lo que sí podemos considerar una propuesta para abrir el debate sobre un verdadero proyecto alternativo de educación.
No se trata, dijo, de un documento estrictamente político, sino que busca tener una propuesta pedagógica, porque la CNTE tiene una expresión muy clara de lucha, pero con este esfuerzo lo que se demuestra es que al elaborar estas bases también hay una dimensión de aportación académica al debate central de para qué queremos la educación.
La CNTE y el equipo académico, en el que también participan Juan Manuel Rendón, ex rector de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, y César Navarro Gallegos, profesor investigador del Instituto Mora, entre otros, dijo, estamos privilegiando la propuesta académica, porque no tenemos un producto milagro ni plantear con soberbia que tenemos la razón, sino que tenemos una propuesta que aspira a sumarse a la reflexión educativa nacional.
Casanova, quien presentó los principales avances en la elaboración del documento, la que –aclaró– aún no ha concluido, indicó que enfrentamos un Estado que nos ha fallado en la vertebración de un proyecto educativo nacional, que es su responsabilidad, pero su propuesta ha generado muchos más problemas que las pretendidas soluciones que ofrecía. Es evidente que hay una crisis en la conducción de la educación en México.
*Periódico La Jornada. Domingo 11 de diciembre de 2016, p. 40 Foto Guillermo Sologuren