Investigadores UV se vinculan con productores apícolas
Para el desarrollo de estudios que fortalezcan su actividad y mercado
Temen que el conocimiento de dicha actividad se pierda en Veracruz pues ya no es económicamente rentable
Participaron en el conversatorio “Abejas nativas de Veracruz: experiencias y perspectivas”
A través de estudios y proyectos científicos, investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) se han vinculado a productores apícolas veracruzanos con la finalidad de aportar conocimiento que coadyuve al fortalecimiento de su actividad y mercado.
Para refrendar dicha acción colaborativa, tuvo lugar el conversatorio “Abejas nativas de Veracruz: experiencias y perspectivas”, en el auditorio de la Facultad de Biología, con la finalidad de intercambiar saberes, generar un puente entre alumnos, alumnas y productores, y una colaboración para proteger a un insecto y elemento vital para toda una serie de ecosistemas.
En el foro participaron: Guiomar Melgar Lalanne, investigadora del Instituto de Ciencias Básicas; Guillermo Vázquez Domínguez y Rodolfo Martínez Mota, del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro); Oscar Mota, apicultor de la sierra de Misantla, e Iveth Reyes Celestino, de la zona de Atzalan, Veracruz y Danú Fabre Platas, académico del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales, fue el moderador.
Al inaugurar la mesa, Ibiza Martínez Serrano, directora de la Facultad de Biología, agradeció el haber elegido a la entidad académica que representa para este diálogo de experiencias y saberes.
“El tema de las abejas es muy importante, a veces no entendemos que el equilibrio de los ecosistemas depende de pequeños organismos como son las abejas.”
Guillermo Vázquez, técnico del proyecto Ciencia de Frontera del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), habló de su acercamiento con el tema de las abejas, puesto que a lo largo de 20 años ha buscado probar hipótesis ecológicas.
Durante su labor en campo tuvo la inquietud de describir un patrón de paisaje de cambio en el ambiente, relacionado con la diversidad biocultural.
“Fue ahí donde personas no expertas en abejas decidimos tener una visión sistémica en el que las abejas nativas, en este caso la melipone o Scaptotrigona mexicana, era el personaje principal de un sistema biocultural con una relación fuerte y profunda con la cultura totonaca, al norte de Veracruz”.
Rodolfo Martínez, quien centra sus intereses en las áreas de ecología y salud de animales, comentó que su ingreso a esta institución, en 2019, fue con el propósito de encontrar indicadores biológicos para entender cambios en los ecosistemas. De ahí recibió la oportunidad de trabajar en un proyecto en la zona de Papantla.
“Me interesan las abejas, pero me enfoco en lo que podemos hacer con la ciencia, si podemos hacer ciencia básica o realmente se puede traducir en algo que sirva para la sociedad.”
Guiomar Melgar dio a conocer que su labor consiste en el aislamiento de bacterias, por lo que después de la pandemia, junto con un grupo de estudiantes, pensaron trabajar con abejas nativas y mieles, por ser productos ricos en microbiota, incluso han sido temas de tesis de alumnos y alumnas de licenciatura y posgrado.
A partir del trabajo emprendido con productores de Teocelo han elaborado hidromieles y vinos de miel; sin embargo, se comprometieron con ellos a brindarles conocimientos y retroalimentación con base en sus necesidades.
“Nosotros les brindamos nuestra experiencia en el laboratorio y ellos su experiencia de vida, al final se complementa, es lo bueno del proyecto y lo enriquece.”
Oscar Mota, productor de la sierra de Misantla y egresado del programa educativo (PE) de Economía, habló de la necesidad que como productores tienen en la generación de investigación respecto a la variedad de productos que ofrecen.
“Creemos firmemente que es un presupuesto bien aplicado en la investigación, es el único que cobijará a todos los productores. Si tenemos investigación sobre mieles, polen, propóleos, que son nuestros productos estrella como empresa, seguramente vamos a permitir que más gente se vea beneficiada con ellos.”
Una de las preguntas y dudas que la ciencia debe responder es por qué la miel y el propóleo curan varias enfermedades, para eso se requiere investigación, subrayó.
También, lamentó que en el estado de Veracruz el conocimiento de dicha actividad se pierda poco a poco pues ya no es económicamente rentable.
“Como productor puedo hacer mucho para reproducir mis abejas, pero el dato fino lo debe hacer la academia.”
Iveth Reyes Celestino labora dentro de la meliponicultura, su interés radica en la medicina alternativa. “Me maravillé por el hecho de saber las propiedades que contiene la miel, el polen y el propóleo”.
Sin embargo, reiteró la necesidad de conocer sus componentes y por qué sanan ciertos padecimientos. “Que no sólo se quede en los saberes, falta un respaldo científico”.
Actualmente cursa la Maestría en Gestión Ambiental para la Sustentabilidad, adscrita a la Facultad de Biología, en la que desarrolla el trabajo “Estrategia socioambiental para el manejo sustentable de la meliponicultura en comunidades de Atzalan, Veracruz”.
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